No se lo digas a mis padres

"No se lo digas a mis padres" suele ser la frase con la que los adolescentes acaban sus confidencias. Los padres se quejan de que no cuentan nada en casa, de que les cuesta hablar, de que siempre responden con monosílabos. Muchas veces los encuentran como ausentes y parece que sólo van a la suya. "No conseguimos saber lo que pasa por su cabeza", confiesan con verdadera impotencia, y es que la relación con hijos adolescentes requiere adaptarse a una nueva etapa vital, ni mejor ni peor que otras, simplemente, diferente.

Ediciones

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2004 Ariel
201
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Pilar Guembe (pedagoga) y Carlos Goñi (filósofo y escritor) comparten en un libro con este título libro, «No se lo digas a mis padres» (*), su experiencia con adolescentes. Ellos han tenido la suerte de ser confidentes de muchos de ellos, de haber oído de primera mano lo que les pasa, lo que les preocupa, lo que les ilusiona, lo que no quieren decir a sus padres. Esa experiencia con chicos y chicas adolescentes, y su propia experiencia como padres, les permite tratar con realismo y delicadeza temas tan espinosos como la homosexualidad, el suicidio, la anorexia, las drogas, el alcohol, las relaciones sexuales, el culto al cuerpo, los trastornos psicológicos, las tribus urbanas, la violencia, el uso de Internet, las relaciones con los hermanos, las sectas, los desengaños amorosos, los embarazos, la separación de los padres, etc., etc.
Los casos reales que relatan en este libro son una buena ocasión para que los padres reflexionen sobre su estrategia educativa, para que conozcan lo que preocupa a los adolescentes y vean con optimismo su labor. La primera dificultad con que se encuentran es que desconocen lo que les pasa a sus hijos, por lo que, no vendría nada mal leer estas confidencias, pues no se puede solucionar un problema si antes no se conoce su existencia. Con esta intención, los autores reproducen 31 conversaciones con adolescentes, las enmarcan en su contexto y proponen muchas pautas de acción que puedan servir tanto para prevenir como para corregir situaciones similares a las planteadas.
En fin, un libro útil para conocer, comprender y educar a los adolescentes, que se presta a que los padres se lo pasen a sus hijos para que ellos también lo lean con el fin de provocar el diálogo, sin el cual se hace imposible la educación, especialmente, a esta edad.

Jorge Balvey
www.arvo.net