Nobleza y Monarquía

Documento exhaustivo sobre las luchas entre y nobleza y monarquía en la España de los primeros albores de su construcción monárquica.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2003 Esfera
407

Ya publicado en 1959, esta es una reedición ampliada

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Imagen de jdc

Simplemente advertir,como hace su autor,que NO es una reedición del publicado en 1959.Se trata de un texto por completo renovado,en contenido y bibliografía.
Es un apasionante recorrido por el proceso de aparición de España como Nación, a través de la Monarquía y su crecimiento.No se trata de tediosa narración de batallitas,sino de un apasionante relato en el que vemos desfilar miserias y grandezas de las personas que tuvieron en sus manos la creación del marco cultural y jurídico de la Nación Española.
Muy recomendable.

Imagen de acabrero

Este libro fue publicado ya en 1959. Reaparecido ahora en versión ampliada, atractivo formato, letra muy legible y láminas que reproducen fotografías, ilustraciones de manuscritos medioevales, grabados, litografías, mediante los cuales se adentra el lector en la época estudiada, conociendo de visu personajes, sucesos, edificios, objetos.

Abarca la obra desde la muerte de Pedro el Cruel, 1368, a manos de su hermano bastardo que llegó a ser Enrique II, hasta el año 1480, celebradas entonces las cortes toledanas en las cuales considera el historiador que se consolida el poder real, durante el gobierno de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.

Partes del libro, especialmente en cuanto atañe a la economía de la época, se leen con mayor detalle en la excelente Historia social y económica de la edad media, también de Suárez, donde se toca igualmente el origen de la llamada nobleza "nueva", no anterior a 1366. Pero aquí extensamente trata el catedrático los acontecimientos políticos y las vicisitudes bélicas del centenio. Tal vez eche uno de menos en el escrito una relación plástica, circunstanciada, redactada en vario castellano, como la biografía que de don Álvaro de Luna dejó César Silió, por ejemplo. Suele ser la narración de Suárez rápida, rara vez colorida, acá y allá confusa (v. gr., pp. 18 s., 69), resultando los personajes más expresión del acaecer histórico que a la inversa. Traslucen a ratos las páginas la exposición oral, de clase.

Se detiene don Luis en consideraciones sociales, económicas, militares, políticas, para demostrar el poder de la nobleza. Hállase la misma de continuo presente con sus linajes, cargos palatinos, riqueza, personajes, alianzas, jurisdicción, posesiones territoriales, disensiones, de tal manera que es a menudo árbitro de Castilla, tutora del rey, o cooperadora eficaz de la corona.

Uno de los puntos notables de este estudio que tantos tiene, es la rehabilitación de la aristocracia castellana y andaluza. Ésta con frecuencia enciende luchas civiles por el interés particular de una estirpe; pero la nobleza en general proporciona funcionarios, consejeros, jefes militares para el gobierno de la monarquía, constituyendo la osamenta del estado. Además, imbuye en la vida pública un sentido de honor y lealtad (por lo menos, teóricamente), extraño a los regímenes posteriores a la revolución francesa. No es, pues, acertado -si creemos lo que nos dice el autor- considerar a la aristocracia como "banda de aves de rapiña empeñadas en destruir el buen orden monárquico" (p. 179).

Este grupo social sigue predominando, después de los Reyes Católicos, en los asuntos públicos españoles hasta el siglo XIX. Y lo encontramos, poderoso, cuando la época áurea de nuestra historia. Falsa, por lo tanto, se muestra para Suárez lo mismo el juicio liberal, de usurpación de funciones, que el marxista, de mera lucha de clases: tuvieron próceres e hidalgos castellanos una función cuyo efecto fue sumamente positivo en todos los campos.