Padres e hijos

Tras leerlo por segunda vez, lo encuentro flojo... flojo para ser ruso. Sí, sirve de introducción a la literatura "realista" rusa, pero pienso que entusiasmará a muy pocos.

Siempre he considerado el realismo ruso como una lliteratura pesada, dura y difícil. Difícil de entender, porque para entender ciertas frases y sus connotaciones hay que conocer la historia rusa muy bien. Sin embargo, este libro creo que podría ser un "libro de introducción", un "libro de iniciación".
La maestría de los realistas rusos para describir personalidades, temperamentos, virtudes y defectos, se entrelaza en este libro con la sencillez narrativa propia de uno de los grandes. Además de buena literatura formal, se encuentra en este libro la discusión realismo vs idealismo, tradición vs liberalismo. El personaje principal encarna el racionalismo llevado al extremo nihilista; otro personaje encarna la duda casi adolescente ante las distintas posturas; en el libro, al final, se impone el realismo en forma de amor. Yo lo recomendaría a todo el mundo, y en especial, a estudiantes de bachillerato que estudien Historia de la Filosofía.

Una excelente novela rusa: con perspicacia y maestría, el autor, va caracterizando a los personajes, presentando un período de transición entre la sociedad rusa de mediados del siglo XIX, y la confrontación generacional entre padres e hijos, que resuelve positivamente. Enfrenta el nihilismo corriente en esa época en Rusia, y el romanticismo que da sus últimos coletazos, resolviendo la situación realzando los valores tradicionales, depurándolos de la sensiblería del romanticismo. Obra fácil de leer que ofrece una solución positiva, como colofón final.