En octubre de 1914, pocos meses después del estallido de la primera guerra mundial, el oficial de la Marina sueca Lars Tobiasson-Svartman recibe la orden de embarcar en el acorazado Svea para cumplir una misión secreta relacionada con las rutas de navegación. Hidrógrafo experto en medir las profundidades marinas, Lars es un hombre reservado y silencioso acostumbrado a guardar las distancias con los demás, incluso con su delicada mujer, Kristina, a quien ha dejado en Estocolmo. Siempre ha soñado con encontrar un lugar donde la plomada no toque fondo, y sospecha que en ese viaje tal vez se realice su sueño. En el curso de la misión, Lars descubre una pequeña isla, situada en medio de un archipiélago y habitada por una joven solitaria, de maneras rudas, llamada Sara Fredrika. Sin dejarse seducir por lo que podría ser un espejismo, Lars regresa a Estocolmo una vez acabada su tarea. Sin embargo, siente que se ha roto el frágil equilibrio en que vive e, incapaz de olvidar su encuentro con Sara Fredrika, tratará de volver a cualquier precio a la isla.
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En ocasiones se ha dicho que en el mundo no hay cuerdos, sino locos adaptados. Es el caso de Lars Tobiasson-Svartman. Tiene un trabajo en la Marina sueca para el que resulta extremadamente competente, determinadas ideas fantásticas y una esposa buena a la que no ama, ya que una de las características de su enfermedad es la de no saber amar. Conocer a otra mujer le trastorna y pone de manifiesto uno más de los síntomas de su enfermedad: la necesidad de mentir y llevar una doble vida. Quiere huir, estar ilocalizable, pensando que en otro lugar las cosas serán distintas. Sufre súbitos arranques de cólera en los que puede llegar al deseo de hacer daño y aun de matar. En algunos momentos recuerda a su padre: avaro, que les hacía llorar a su madre y a él, y en el que puede estar la clave de su forma de ser. El argumento es poco consistente, pero tiene la suficiente acción como para que se lea con interés.
Profundidades no es una novela policíaca - como tampoco lo es Comedia infantil, también publicada en español – sino un relato de fondo existencial y psicológico, aunque no exento de una acción, un movimiento y una tensión que la hacen de alguna manera parangonable a las citadas novelas que protagoniza Kurt Wallander. Una novela dura, con varios personajes muy heridos por una existencia enfermiza, en la que el alcoholismo, la silenciosa violencia, la mentira, el desamor y el exacerbado individualismo crean un paisaje humano tan frío como los gélidos ambientes escandinavos del relato (de Ángel García Prieto).
La nueva novela del escritor sueco Mankell no tiene una temática policíaca sino que se trata de un relato de fondo existencial y psicológico con bastante acción. Se desarrolla en Suecia, durante los años de la Primera Guerra Mundial, cuando en 1914 Lars Tobiasson-Svartman, oficial de la Armada y experto en hidrografía, se embarca en un acorazado con la misión secreta de hacer unos estudios de los fondos marinos y perfeccionar los mapas de navegación de la costa sueca.
Lars es un hombre demasiado reservado, desconfiado y egocéntrico, que tiene dificultades para la relación interpersonal hasta con su mujer, que deja en Estocolmo durante los largos viajes. En una de sus solitarias excursiones en barca desde el acorazado, descubre la pequeña isla de Halsskär, donde encuentra a Sara Fredrika, una mujer joven de maneras rudas, único habitante de la isla. Cuando regresa a Estocolmo, la obsesión por volver al lado de aquella joven le mueve a buscar razones de conveniencia para una segunda misión en la zona.
Una novela dura, con varios personajes enfermizos, en la que el alcoholismo, la silenciosa violencia, la mentira, el desamor y el exacerbado individualismo crean un paisaje humano tan frío como los gélidos ambientes escandinavos en los que transcurre la narración.