Para algunos el ser humano es una especie más entre tantas otras. Reducido a la condición de animal, evolucionado cuando no máximamente dañino, sólo sería otro eslabón en el proceso evolutivo, sin trascendencia. Defender su superioridad sería caer en especismo, un modo insidioso de creerse superior. La moral, la dignidad, solo serían superestructuras culturales, ficciones.
Para otros lo despreciable es justamente la condición biológica. El ser humano sería un ‘yo’ interior que se sirve de un cuerpo, ajeno a su verdadero ser, que debe encontrarse libre de cualquier condicionamiento natural mientras decide quién quiere ser. Los humanos son inventos de la decisión humana: cultura, no naturaleza.
En este ensayo, fruto de casi treinta años de docencia, el autor tiende puentes entre ambas doctrinas proponiendo un punto medio –la naturaleza cultivada, la artificialidad natural, la excentricidad– que explique qué es ser un ser humano.
Comentarios
Texto muy bien escrito y
Texto muy bien escrito y ameno en el que el autor explica qué es un ser humano, qué nos distingue de los animales y por qué, a diferencia de estos, somos capaces de progreso, de trascendencia y de sobreponernos a nuestros instintos. Al hilo de su explicación, Aranguren analiza de manera rigurosa de dónde vienen y qué es lo que falla en ideologías tan actuales como la teoría de género o el animalismo. Se nota que el autor es profesor por la claridad de sus explicaciones y por el papel fundamental que asigna a la educación en la consecución de una vida lograda. No tiene precio la magnífica selección de citas de autores clásicos y contemporáneos en la que apoya sus argumentos. Evidentemente, se trata de un ensayo de antropología filosófica y, por tanto, su lectura es más exigente que la de una novela, pero uno acaba el libro con la enorme satisfacción de haber comprendido mejor los mecanismos que sustentan el obrar humano. Diez.