Seis Cuatro

En enero de 1989, una niña de siete años fue raptada al norte de Tokio. Los padres nunca llegaron a saber la identidad del secuestrador. Tampoco volvieron a ver a su hija. Nombre en clave del caso: Seis Cuatro.

Más de una década después, el jefe de prensa de la policía se ve obligado a volver sobre el suceso, cuyo estigma no se ha diluido en el tiempo: el fracaso de la investigación sigue siendo motivo de escándalo. Pero el veterano Mikami no aspira ya a resolver el crimen, solo pretende tender una mano a la familia de la víctima y contribuir de algún modo a limpiar la reputación del cuerpo. Sin embargo, tras detectar una irregularidad en el expediente, Mikami acabará desvelando el móvil de un delito que encierra secretos inimaginables. Una novela que permite calibrar el formidable talento literario de su autor y conocer los entresijos de la cultura nipona.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Salamandra
656
978-84-18107-25-2

Traducción del inglés de Jofre Homedes Beutnagel

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Comentarios

Imagen de enc

Me pregunto si esta novela no se escribió inicialmente como guión para una serie televisiva. Le jos de encontrarnos ante un misterio que va in crescendo hasta que alcanza el climax y se produce el desenlace, el autor nos somete a tensión desde el primer momento por medio de tramas paralelas. El resultado se presta a ser dividido en capítulos y que cada uno termine con una situación de incertidumbre y suspense.

El autor utiliza muchos personajes pero pobremente caracterizados, excepto el protagonista, el inspector Mikami. Es de suponer que los personajes serían más coloridos y creibles en imágenes. Dado que los nombres son japoneses, terminamos de leer las seiscientas y pico páginas sin acabar de identificarlos a todos y aclararnos quién es quién.

En la novela encontramos más explicaciones que acción, tiene detalles de interés pero sin continuidad. El texto ha sido escrito inicialmente en japonés, posteriormente traducido al inglés y de éste al español, el resultado es que empezamos la lectura sin tomarle bien el ritmo a la escritura, pero, sea porque la traducción mejora o porque ya nos hayamos acostumbrado, se puede continuar sin dificultad.

El protagonista es el inspector Mikami, un investigador en una prefectura al norte de Tokio, que ha sido relegado a una oficina de Relación con los Medios, es decir a una oficina de prensa. La mitad de la novela o más está dedicada a reflejar las dificultades de una oficina de prensa de la policía para relacionarse con los periodistas e informar sobre una investigación criminal, algo que por su propia naturaleza debe mantenerse secreto. El autor presenta a los reporteros como sujetos crueles e intratables. Al final cambian algo, lo cual tampoco resulta creíble dados los antecedentes.

Los superiores de Mikami son de la vieja escuela, es decir, que están acostumbrados a no soltar prenda frente a los plumillas, lo que pone a Mikami en una dificil situación entre los intereses enfrentados. Los jefes están dispuestos a engañar a su colega e incluso han prohibido a los policías que traten con el inspector a fin de que no tenga información que pueda suministrar a los periodistas. Lo único a lo que están dispuestos los policías es a facilitar algún dato a cambio de que los plumíferos no publiquen lo que no interesa a los investigadores. Por último, las intrigas entre las unidades policiales son constantes.

Concluir señalando que en la novela aparecen tres menores de edad que desaparecen. La primera, una niña de siete años, ya que ha sido secuestrada para obtener un rescate y luego asesinada. La segunda es la propia hija de Makami, una jovencita de alrededor de diez y seis años, que se odia a sí misma y a sus padres y un día sale por la puerta para no volver. Mukami y su esposa tienen la ilusión de que aún esté viva, pero ya han pasado tres años desde que se fue y y no han vuelto a saber de ella. La última joven ha abandonado la casa de sus padres, pero estos sí tienen noticias de ella: repetidamente la policía la devuelve a casa ya que es menor de edad pero se dedica a robar en las tiendas. ¿La juventud es un problema en Japón? No lo sabemos; no podemos saberlo. No debía serlo más que en otros lugares.

La novela supone un entretenimiento relativo. Tiene una ventaja: como no es fácil de entender se puede dejar de leer cuando se desee y volver a tomar cuando se quiera. Nada cambia.

Imagen de amd

Novela policiaca de crimen e investigación, ambientada en Japón en el año 2002. La trama principal del relato se centra en un antiguo caso de la policía de la Prefectura D, al norte de Tokio, que quedó sin resolver: el secuestro y posterior asesinato de una niña de siete años, llamada Shoko Amamiya. Después de catorce años, el caso, denominado 64 en referencia al año que sucedió, está a punto de prescribir y de cerrarse sin haber hallado a los culpables. El inspector Yoshinobu Mikami, que participó en la investigación de 1989, se verá de nuevo involucrado en el asunto y colaborará en las pesquisas y resolución final. Así, el inspector Mikami se convierte en el protagonista del relato, una narración que se va tamizando desde su punto de vista y humanizando por su propia situación familiar, ya que su hija Ayumi de 16 años se ha fugado de casa y hace meses que no saben de ella.

Con este relato, considerado como un libro de culto, el autor Hideo Yokoyama ha alcanzado un gran éxito de público y crítica no solo en Japón, sino en países de todo el mundo; probablemente, porque se trata de una obra que rompe con el estereotipo de la novela negra tradicional y presenta una serie de temas que no se suelen tratar en ella. Así, se abordan con todo detalle los problemas que la policía mantiene con los periodistas, la divulgación de noticias falsas, los datos no contrastados, las filtraciones que llegan a minar la autoridad policial. También se presentan los conflictos y los enfrentamientos entre los distintos Departamentos de la Policía, especialmente entre Investigaciones Criminales y Asuntos Administrativos; las pruebas que se ocultan y los informes encubiertos; y el trabajo de las Prefecturas frente a la autoridad y el monopolio de Tokio. Igualmente, se pone de manifiesto el daño que pueden hacer las redes sociales entre los adolecentes, divulgando bulos y falsos cánones de belleza,  o manteniendo webs horribles como “los diez mejores lugares para suicidarse”. Y, en este sentido, se destaca la labor tan importante de los padres que deben educar y proteger a sus hijos, y mantener la unidad en el matrimonio gracias al cariño, a la comprensión y a la paciencia mutua.  

Así pues, a lo largo de la novela, el autor Hideo Yokoyama inicia una serie de tramas en diferentes niveles familiares, sociales y laborales, que van creando un clima de misterio e intriga de una gran tensión. Algunas de ellas se mantienen hasta las últimas páginas y dejan un final abierto, quizá para futuras novelas del inspector Mikami. Como afirma la crítica, se trata de una extraordinaria investigación a través de la mentalidad nipona, “una manera de hacernos vivir tanto la corrupción como el heroísmo de la policía japonesa, con una excelente prosa impregnada de lirismo”.