Trulus, trulos y búhos

Abuelos y nietos se unen para proteger la naturaleza.
María y David son dos primos que tienen una relación muy especial entre ellos y con sus abuelos, Inés y Roberto. Estos están a punto de confiarles un secreto que tiene que ver con unas cartas perdidas, un mago, una maga, unos búhos y, por supuesto, con trulus y trulos.

Aparte de ser los guardianes de ese secreto, los niños tendrán que ocuparse a partir de ahora de una misión igual de misteriosa y especial.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2022 Anaya
72
978-84-698-9123-0

Ilustraciones de Miguel Calatayud

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

3

Comentarios

Imagen de amd

Relato infantil de magia y aventuras sobre la familia y el cuidado de la naturaleza. Los protagonistas son María y David, dos niños primos hermanos que viven en el mismo pueblo y casi todos los días van por la tarde a visitar a sus abuelos. Los abuelos Inés y Roberto tienen una casa enorme en la sierra vecina, rodeada “de viñas, de carrascas, de almendros y de olivos”. El abuelo Roberto fue revisor de tren y siempre vestía muy elegante, mientras que la abuela Inés se había dedicado a buscar dueños de cartas perdidas, una labor fundamental porque había cartas muy importantes que debían llegar necesariamente a sus destinatarios.

Al abuelo Roberto le encanta contar historias increíbles, fantásticas, maravillosas, y hablar de los trulus de ciudad y de los trulos de campo, silenciosos, inofensivos y miedosos, que solamente los búhos son capaces de ver, porque los búhos “ven hasta cuando no están mirando”. Y así, los dos niños escuchan embelesados las historias de sus abuelos, unas inventadas y otras quizá reales, en las que no faltan los búhos, los magos y un frondoso bosque que guarda muchos misterios. Porque los bosques, al igual que los libros, “son lugares verdaderamente extraordinarios; y lo son… porque suelen ser un magnífico escondite para el más insospechado de los secretos”.

Los textos son obra de Octavio Ferrero (Ibi, 1981). Con un estilo ameno y adecuado a los pequeños lectores, en el relato destacan los diálogos entre abuelos y nietos y la gran complicidad que existe entre ellos. La obra se completa con las preciosas ilustraciones de Miguel Calatayud. Elaboradas con formas geométricas y llamativas, con colores intensos, representan con esmero y sensibilidad el mundo mágico reflejado en los textos.