En estos tres estupendos relatos, separados por más de cincuenta años, Fernando Lalana nos permite bucear en los orígenes, conocer su época más brillante y, en un derroche de autoficción, despedirnos definitivamente de Fermín Escartín, el mejor detective de novela salido de sus manos.
¡Hasta siempre, Escartín!
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2025 | Editorial Bambú (Casals) |
192 |
978-8483439494 |
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Conjunto de tres relatos
Conjunto de tres relatos breves de detectives, crimen e investigación. Ambientados en Zaragoza en la época actual, el protagonista y narrador de los hechos en primera persona es el famoso detective privado Fermín Escartín, protagonista de cinco novelas detectivescas y personaje secundario en otras tantas. En esta ocasión, se recogen tres momentos fundamentales en la historia del detective: en el primero, situado en 1992, se cuenta cómo Escartín dejó de ser profesor universitario para convertirse en detective privado; en el segundo, de 2002, el detective resolverá de forma brillante los casos más problemáticos; y por último, en un futuro lejano (2042), el propio Escartín, ya anciano y con graves problemas de memoria, cerrará su historia en un relato de autoficción.
El autor de la obra es Fernando Lalana (Zaragoza, 1958), célebre escritor español que ha sido galardonado con los principales premios literarios españoles en el ámbito de la Literatura Infantil y Juvenil, incluyendo el Premio Nacional y el Cervantes Chico. Creador del famoso detective privado Fermín Escartín, en esta obra rinde un homenaje al personaje fabulando tres momentos de su intensa vida: el origen, la plenitud y la decadencia. El detective ha sido protagonista de cinco novelas de misterio e intriga acompañado por el inspector jefe Damián Souto, y otros policías incondicionales como el inspector Eugenio Gómez Cox, el inspector Bareta y la comisaria Sibila Beltenebros. El primer caso de esta serie se relata en El asunto Galindo, seguido de otros títulos como Amsterdam Solitaire, El último muerto, Escartín en Lima y La tuneladora, su caso más famoso. Los relatos, llenos de intriga y múltiples recovecos, están narrados con mucho humor y una gran imaginación, con frecuentes referencias a obras literarias y a correcciones lingüísticas que caracterizan la obra, ya que Escartín fue profesor de Lengua en la universidad. Así pues, una obra recomendable para lectores de todas las edades, interesados en las tramas de detectives con resolución de casos increíbles y finales inesperados. Ana María Díaz Barranco