Este libro es una buena muestra de saber echarle humor a las realidades que hoy en día suelen presentarse como dramáticas: los ataques a la familia, las parejas de hecho, los divorcios express, la des-educación a gran escala, los problemas de género, los niños de 2 años que esclavizan a las pobres madres… que les han enseñado a hacerlo, etc.
Y también es cierto que con este enfoque, los argumentos se entienden más fácilmente, y las cosas se arreglan mejor.