Este es un libro que conviene leer de cabo a rabo, de comienzo a fin, pues tiene, como la madrileña calle del codo, su truco. La sorpresa, como es sabido, está en los recodos del camino. Por eso conviene leer el prólogo de Trapiello, uno de los autores de moda en Madrid, pero también el índice elaborado por Emilia Landaluce, periodista avezada que no da puntada sin hilo, y que es la causante de la elección de los personajes incómodos reunidos en este libro. Es interesante que, a los diez personajes escogidos para protagonizar este libro, también se les llama heterodoxos en la portada del libro, cuando en realidad son sencillamente inclasificables, como también dirá en la solapa.
En cuanto superamos el “atrévete a leer”, con el que arranca el prólogo de Andrés de Trapiello, enseguida nos adentramos en la primera narración del primer personaje del que se encarga la propia Emilia Landaluce que desarrolla un magnífico y extenso resumen de Julián Besteiro, catedrático de filosofía de la Universidad Central que salvó la vida de muchos pensadores facilitándoles el exilio en la primera etapa de la guerra civil en Madrid. Además, este socialista buscó denodadamente el final pactado de la guerra civil para salvar vidas humanas y la caída en una sociedad sin democracia y sin derecho justo. Sabemos que se quedó al mando de la República en Madrid y que fue injustamente condenado a cadena perpetua y murió en las cárceles franquistas. Un socialista del tipo “socialismo de rostro humano escandinavo” que habría colaborado en instaurar una sólida III República democrática en España tras la muerte del dictador.
La siguiente gran exposición es la de José Ortega y Gasset, también catedrático de filosofía de la Universidad Central que pudo haber sido el filósofo español más importante del siglo XXI pues aportó al humanismo cristiano y a la filosofía de su tiempo muchos e importantes descubrimientos que quedaron en casi nada pues sus sucesores: Julián Marías y María Zambrano no lograron llevar su pensamiento más allá de modo que hubieran consolidado su figura. La autora no logra explicar porqué los jesuitas le cogieron manía, lograron expulsarlo de la Universidad franquista y lo apartaron violentamente de la centralidad de la filosofía europeísta de la democracia.
Muy interesante es la presentación de un economista liberal Demetrio Carceller Segura uno de los hombres corcho en la macro economía española del siglo XX especializado en la energía y capaz de estar en todos los gobiernos de todos los colores.
Más sorprendente es la inclusión de la figura de José María Albareda, catedrático de edafología de la Universidad Central y primer Secretario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que desarrolló el árbol de las ciencias por igual ajustando presupuestos y conservando el equilibrio entre las ciencias y las letras para propiciar la marcha al extranjero de jóvenes investigadores que trajeran a España las modernas técnicas de investigación, la metodología rigurosa y la búsqueda serena y paciente de la verdad. El redactor del artículo (Lino Campubrí) no entiende como pudo tener una intensa vida de fe cristiana y un gran rigor científico.
José Carlos Martín de la Hoz
Emilia Landaluce (ed), Heterodoxos. 10 personajes incómodos de la España del siglo XX, ediciones Debate, Barcelona 2925, 331 pp.