La convivencia debe ser objeto de estudio, de reflexión. La inteligencia juega un papel muy importante a la hora de relacionarnos con los demás. Este libro demuestra claramente cómo conociendo el buen funcionamiento de los distintos factores integrados de la convivencia, ésta se puede mejorar considerablemente. El hombre es cabeza y corazón, y también en la proyección de su yo en los otros está reflejada la dimensión cognitiva y afectiva.