En la amplia producción de San Juan Crisóstomo, las "Catequesis bautismales" ocupan un lugar destacado, no sólo por el considerable número de ellas que se han conservado (doce), sino, sobre todo, porque representan una valiosa fuente para la historia de la concepción y de la liturgia bautismal en Antioquía, una de las sedes más ilustres de la Iglesia oriental, a finales del siglo IV.