Es probable que, si preguntáramos sobre el sentido y significado de la palabra retórica, bastantes respuestas la equipararan a manipulación, habilidad para convencer a toda costa…; y que se nos ofrecieran ejemplos sacados de la publicidad, de los debates políticos o de las tertulias radiofónicas o televisivas. Es decir, parece un término un tanto desprestigiado o sospechoso.

            Sin embargo, no siempre ha sido así. Aunque en toda época ha habido manipuladores y sofistas, para los clásicos griegos y latinos, para los universitarios medievales, para los escritores renacentistas, la retórica era un arte fundamental, relacionado intrínsecamente con la búsqueda de la verdad, con el conocimiento, con la sabiduría, con el buen razonar, y pensando en el bien de los destinatarios del discurso.

            Esto lo expone con acierto Alberto Gil en Cómo convencer eficazmente (Palabra, 2014): madrileño afincado desde hace mucho años en Alemania, ejerce allí como catedrático de Traductología de Lenguas Románicas y profesor de Retórica en la Universitaet des Saarlandes (Sarre). Además, imparte cursos de retórica para universitarios, doctorandos, abogados, empresarios, comunicadores…, en Alemania y en Italia.

            Esta es la versión en castellano del texto editado antes en alemán. El subtítulo del libro es bastante expresivo: hacia una retórica anclada en la personalidad y en los valores. No se trata de un libro más de autoayuda, con orientaciones prácticas para comunicar con éxito. Esto se incluye con abundantes ejemplos y sugerencias, pero en un contexto más amplio, en el que el autor ahonda en lo que significa o debería significar la comunicación entre personas: búsqueda de la verdad, respeto al otro, interés por ayudar, rechazo de la vanidad, de la adulación, del pragmatismo que busca únicamente el propio interés por encima de todo y a cualquier precio.

            Alberto Gil nos familiariza con los grandes retóricos de la antigüedad y sus planteamientos (Sócrates, Platón, Cicerón, Quintiliano), pero también con las aportaciones modernas de la lingüística, que conoce bien, sin olvidar los grandes debates escolásticos medievales, etc. Para aviso de caminantes, incluye un capítulo muy interesante sobre qué es y cómo funciona la anti-retórica o manipulación. El resultado es un libro repleto de ideas valiosas, que ayudan a la reflexión, y de orientaciones prácticas para comunicar eficaz y honestamente.

Luis Ramoneda