Antes eran los adornos de Navidad, que iban apareciendo según se acercaban las fiestas navideñas, en las calles, en los comercios, en las casas. Ahora aparecen incluso antes de empezar el adviento y, somos conscientes, tienen un motivo con frecuencia económico: las semanas próximas a las fiestas navideñas son, de un modo disparatado, de compras. Lógicamente esto es muy llamativo en los ambientes de alto nivel económico de ciudades grandes.