Aventuras de una peseta

Aventuras de una peseta recupera para el lector de nuestro país las crónicas que Julio Camba dedicó a Alemania, Gran Bretaña, Italia y Portugal. En ellas el autor se propone desmenuzar la realidad con precisión de cirujano, haciendo que las cosas, las gentes y los pueblos revelen su lado oculto y con frecuencia más absurdo. Lo mismo dedica su prosa a una salchicha que a la depreciación de la moneda, lo mismo a la flema inglesa que a la «superioridad dramática del té respecto al chocolate», lo mismo a la pintura renacentista que a la «filosofía napolitana del robo al turista» o a un curioso hipopótamo lisboeta.