Dios salve la razón

Con ocasión del discurso de Benedicto XVI en Ratisbona, se levantó una polémica acerca de un posible ataque del Papa al Islán.
La presente obra recoge, además de la lección magistral del Papa, otras dos homilías pronunciadas también en dicho viaje a Alemania, y que arrojan luz y complementan lo dicho por el Papa en Ratisbona.
El libro recoge además ocho ensayos a modo de contestación –diálogo- y comentario a las palabras del Santo Padre. Entre sus autores hay una amplia gama de personalidades: católicos, materialistas, palestinos, islámicos y judíos. Todos coinciden en que el discurso del Santo Padre no es un ataque al Islán, sino más bien una reflexión acerca de la importancia de la Razón para tratar el tema de Dios, y la idoneidad de plantear este discurso en los ambientes universitarios: los islamistas no se sienten ofendidos por las palabras de Ratisbona. Cada autor recoge el interés del Papa de propiciar un diálogo acerca sobre la Razón en la actualidad maltrecha en el pensamiento moderno y postmoderno.
Desde perspectivas muy dispares se expone cual es la posición de la Razón en las diferentes culturas de las que proceden, y la importancia de un verdadero estudio, y un diálogo abierto sobre esta cuestión en la actualidad desprestigiada.
Llama la atención que Gustavo Bueno, desde una postura materialista, exponga un breve, pero sustancioso recorrido sobre la postura de la Iglesia en el mundo moderno, muy acertado, sosteniendo que la Razón, en la actualidad enferma, haya sido defendida siempre por la Iglesia sin connotación alguna de carácter fundamentalista, y viene a sugerir el papel fundamental que la Iglesia, su fe dogmática, tiene que desempeñar para salvar nuevamente a la Razón en el momento actual.
André Gucksmann presenta el peligro actual del nihilismo, como consecuencia de la disolución de la razón. La postura islamista está representada por el palestino Sari Nusseibeh y por el egipcio Wael Farouq mostrando qué se entiende por Razón en la cultura islámica actual.
Todos estos autores se hacen eco de la requisitoria del Papa de entablar un diálogo fructífero entre las diversas culturas, y de la necesidad de salvar a la Razón de la grave crisis en que está sumida en la cultura actual, especialmente en occidente.
Éste es el sentido y el valor de esta obra que con seriedad y altura entabla este diálogo necesario en la actualidad.