La caridad cristiana ha de ser universal, hacia todos los hombres de todas las latitudes; pero es compatible con el patriotismo: amor al rincón originario donde el hombre y la mujer han crecido en el apego al paisaje, la historia y los valores culturales.
Paniker, nacido en Barcelona, distingue entre patriotismo y nacionalismo. Este último pone a la Patria por encima de cualquier otro valor, incluidas la justicia y la caridad. El autor lo considera un pecado de idolatría.