Ñ (un relato a la española)
Doña Moña, la esposa de Don Ñoño y dueña de la peña de las alheñas, vestía un añil lazo en su moño que apiñaba su cabello cubierto con tela de buen paño. Su perfume emponzoñaba el ambiente e incluso su acompañante apretaba el puño para amañar su expresión, enseñando así, con gran empeño, grandes y sobreactuadas señales de gazmoñería.