Sed de Dios (Borghese)

El enorme caudal de vivencias, preguntas y anécdotas llenas de cariño que ha generado su anterior libro, "Con ojos nuevos", compone la trama de este segundo título de la autora. A esto se suman sus recuerdos de dos importantes acontecimientos: la muerte del queridísimo Juan Pablo II, y la elección a la sede pontificia de Benedicto XVI.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 Rialp
192
978-84-321-3629-0
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.833332
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En la primera parte del libro Alessandra Borghese trata de responder a la pregunta que más le ha sido formulada desde que publicó el libro narrando su conversión: ¿Cómo creer? ¿Qué hacer para alcanzar la fe? La autora señala cómo hay que tener paciencia para que la palabra de Dios arraigue en el alma. "Con la paciencia salvareis vuestras almas" -leemos en el Evangelio; además, aventura que en lo sucesivo ya no habrá católicos por herencia (por desgracia lo hemos comprobado en nuestros hermanos y lo seguimos comprobando en nuestros hijos), sino que todos los creyentes lo serán en base a una opción personal, por conversión. El libro se hace más interesante en la medida que avanza y, sobre todo, al llegar a los encuentros de la autora con Juan Pablo II y con el Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI. "Dos grandes ancianos –dice de ellos- colmados de sabiduría y santidad". El actual Pontífice es un gran desconocido y Alessandra nos acerca a su personalidad y a sus preocupaciones; por ejemplo la pérdida del sentido de lo sagrado en la Liturgia. Hay una cita estupenda del Cardenal que la autora toma de su "autobiografía" (supongo que se refiere al libro "Mi Vida. Recuerdos 1927-1977"); dice así Ratzinger: "El humorismo es un componente de la serenidad de la creación. En muchos momentos podemos notar como Dios nos invita a tomar la vida con más ligereza, a ver también sus lados alegres, a bajar del pedestal y no descuidar el sentido de lo cómico". ¿Cuándo se había visto a un Cardenal, futuro Pontífice, invitarnos a apreciar el sentido cómico de la existencia como modo de favorecer la humildad? Muchas cosas están cambiando en el mundo y en la Iglesia a impulsos del Espíritu Santo. El mal no; el mal no cambia y Alessandra nos recuerda que el demonio existe, que a los católicos les esperan tiempos complicados y yo pregunto: ¿Más todavía?

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El título corresponde al propósito de su autora, que refiere ahora nuevas experiencias, anécdotas y reflexiones con motivo de la presentación, en varios países y lugares, de su primer libro Con ojos nuevos. Le ha servido para comprobar la sed de Dios de tantos, más o menos creyentes, con los que ha dialogado. Algunos epígrafes son bien expresivos: Dios todavía es noticia, ¿por qué atraen los conversos?, no cárceles sino normas de libertad, gracias a los nuevos y viejos amigos, ¡el diablo existe!, Eminencia ¿cómo reza usted?, etc.

Borguese es una mujer inquieta y polifacética que escribe con el corazón en la mano y se gana al lector, también a los más críticos, porque brilla su categoría humana y su buen oficio de periodista, o también la de otros personajes, como el amigo Toti Palma que encuentra a Dios a las puertas de la muerte. Merece ser destacado que Alexandra habla de la fe católica en Jesucristo, en la Iglesia y en los sacramentos; del Papa Juan Pablo II con el que ha crecido y madurado, y de Benedicto XVI a quien ha tratado en varias ocasiones siendo todavía el Cardenal Ratzinger. Refiere anécdotas interesantes de su testimonio apostólico con amistades a las que acerca a la Eucaristía y a la Confesión.

Volviendo al título, me parece que también la autora siente esa sed de Dios mientras sigue buscando su vocación específica en la Iglesia de hoy. En suma, esta obra puede ser un buen instrumento para acercar a muchos a la fe católica. Un regalo para quienes gustan ya de la fe, para los que todavía la buscan, pero también para quien no se atreve a buscarla. Porque la fe vivida se contagia.

JOL