Cartas y Diarios

La presente selección de cartas y anotaciones de los diarios de John Henry Newman conduce al lector a la intimidad de una de las personalidades más atractivas de nuestro tiempo.

El lector encuentra aquí al Newman hijo y al hermano cariñoso, al amigo entrañable, al viajero curioso, al hombre sensible, y también al intelectual de gran talla. Le verá reaccionar en momentos de júbilo y de dolor, tratando con sus interlocutores desde lo más trivial hasta lo más trascendente.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2015 Rialp
166
978-84-321-3125
Valoración CDL
3
Valoración Socios
4
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Comentarios

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¿Qué se puede decir de nuevo sobre John Henry Newman? Hay biografías, algunas francamente buenas. Este libro, podríamos decir que da por supuestas esas biografías, es decir, puede haber bastante desconcierto en un lector que afronte estas páginas sin saber nada, porque en ningún momento, salvo las breves líneas de la solapa, se nos ofrece nada sobre su vida. Quizá hubiera sido interesante, sin duda hubiera sido de gran utilidad.

Newman escribía muchas cartas. Eran otras épocas. Se escribía en papel, de puño y letra, con lo que eso lleva de tiempo, y se enviaba por un correo que tardaba días o semanas. Este sistema, ya desaparecido, es de una gran utilidad para hacer historia, y la historia que aparece en este breve volumen es de una gran entidad. Las cartas manifiestan la intimidad del que escribe, aunque de modos diversos, según si el destinatario es un familiar de mucha confianza, un amigo íntimo, o bien es una persona que se posiciona frente al escribiente, en publicaciones o conversaciones. Pero, en todo caso, en las cartas surge la persona, sus pensamientos, lo que lleva dentro.

Esta selección de cartas de Newman es de un gran interés. En el tiempo, van desde su juventud, cuando abandona la casa paterna para empezar sus estudios, hasta los últimos años de su vida –en la última que aquí se publica tenía 86 años- pasando por diversas vicisitudes, sobre todo su conversión al catolicismo.

Si las cartas manifiestan la intimidad de las personas, lo diarios, que son escritos sin intención de que lleguen a nadie, lo son de un modo mucho más palpable. Es muy impactante constatar sus sentimientos, en diversas fechas de su vida, a través de lo que escribe en esas páginas, aunque es evidente que no escribe cada día, ni siquiera cada año. Aunque son parte bien diferenciadas en el libro, recomiendo la lectura en el orden de la publicación, pues en las cartas el lector va descubriendo poco a poco al personaje, y entiende mejor lo que se escribe en los diarios.