El signo prohibido

Tras la desaparición de Aleksandra, su amiga de clase, Jorge toma la decisión más difícil de su vida: hablar sin la letra «A», hasta que la chica regrese o él la encuentre. Por eso comienza a investigar la misteriosa huida de Aleksandra, en la que sus orígenes rusos parecen jugar un papel importante. Su amiga ha dejado pistas para Jorge, que apuntan a que no se marchó por propia voluntad

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2015 Edebé (colección Tucán)
204
978-84-683-1579

Premio Edebé de Literatura Infantil 2015

Ilustraciones de Javier Andrada

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Novela de intriga, escrita en primera persona por el protagonista Jorge, un niño de once años, un poco reservado y muy estudioso. La acción se centra en la desaparición de su compañera de clase Aleksandra, una chica misteriosa, de origen ruso, que vive en una residencia infantil, ya que su madre falleció al poco de llegar a España.  Jorge promete no usar la letra “a” (el signo prohibido) hasta que su amiga regrese o se resuelva el caso. Esta decisión le obliga a utilizar un lenguaje diferente, a veces gracioso, sustituyendo términos de uso frecuente por otros más extraños, y haciendo continuos juegos de palabras. Así, afirma el protagonista: “las palabras antes de decirlas hay que pensarlas muy bien” (p. 30).
En el relato también hay abundantes referencias metaliterarias, puesto que el padre de Jorge es propietario de una librería conocida con el nombre de “Georges Perec”, en homenaje a este autor francés del siglo XX. Esto permite que en la novela se hable libremente de literatura, estilos, escritores,  y especialmente de la exclusiva obra  del escritor Georges Perec (1936-1982), abanderado del “Nouveau Roman”. Su producción estuvo basada en la experimentación y en ciertas limitaciones formales como modo de creación; por esta razón, se le suele considerar un autor de culto. Sus textos son difíciles de seguir, suprimía letras en las palabras, y componía palíndromos y lipogramas para crear un lenguaje raro, difícil, irrespirable, atrofiado como su propia vida.
Con alusiones concretas y muy acertadas sobre cuestiones de lengua, siguiendo las directrices de la RAE, el relato resulta muy atractivo y, probablemente, hará reflexionar a los jóvenes lectores sobre temas lingüísticos de forma divertida y, además, dentro de una trama llena de intriga y misterio hasta el final.