Los Baños del Pozo Azul

Subh, a quien en Córdoba todos nombran como la Señora, es seguramente el personaje más singular y fascinante del esplendoroso período califal. Tuvo que vivir la realidad del palacio, sometida al régimen propio del harén, junto a las concubinas y los eunucos; pero se rebeló contra este destino y se convirtió en alguien determinante dentro del complejo ambiente familiar de la realeza Omeya.

El gran friso narrativo presentado en "El mozárabe" sirvió de vehículo a Jesús Sánchez Adalid para recrear con habilidad la compleja vida de la península Ibérica en las décadas precedentes al agitado fin del primer milenio. En "Los Baños del Pozo Azul", el autor nos vuelve a llevar a Córdoba en el momento inmediatamente anterior al año 1000, cuando Abuámir Almansur se halla en lo más alto de su poder y se lanza a su enérgica campaña final: la conquista de todo el Norte y la destrucción de los reinos cristianos hispánicos. Pero el invulnerable personaje ignora que, en torno a él, una estrambótica conspiración va tomando forma.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Harper Collins
720
978-84-9139-232
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Valoración Socios
2
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Novela histórica, cuyo argumento se puede considerar la continuación de la historia narrada en  “El Mozárabe” (2001). Ambientada en la Córdoba califal, la acción abarca de julio de 994 al mes de agosto de 996, años de convulsión e incertidumbre política y de conspiraciones por el poder, ya que el hayib Abuámir Almansur ostenta un  enorme poder político y militar que pone en riesgo la autoridad del califa Hixem (aún soltero y sin descendencia). Sin embargo, en esta novela, por encima de todos los personajes, sobresale la Señora, Subh Walad, la esposa favorita del califa Alhaquén y la madre del actual califa. De origen vascón, procedente del reino de Navarra, llegó muy joven a Córdoba junto a su hermano Eneko, probablemente como gesto de buena voluntad  para sellar un pacto de paz entre los reinos cristianos y musulmanes. Desde la muerte de Alhaquén, tuvo que defender los derechos de su hijo al califato y consiguió un papel preponderante en el ámbito público y social que no era habitual en las mujeres de aquella época.

Desde el punto de vista temático, la obra está muy bien documentada tal y como demuestran la abundante bibliografía y los comentarios históricos que, sobre el tema, aporta el autor en las últimas páginas. Gracias a ellos, el lector puede diferenciar en cierta medida entre los acontecimientos reales y el relato de ficción. De hecho, según afirman los críticos, un amplio sector de los lectores conecta con estas novelas porque sus argumentos están bastante ajustados a la realidad histórica y porque sus ambientaciones se apoyan en una abundante y fiable documentación. Sin embargo, conviene aclarar que en esta ocasión se incluyen (quizá de forma excesiva) una serie de personajes, pasajes y escenas que parecen abrir nuevas tramas, pero que luego no llegan a desarrollarse, creando un ritmo desigual y lento, y aportando poco al sentido final de la obra. De la misma forma, la falta de moral y de virtudes, la ambición desmedida y sin sentido para conseguir  el poder por parte de algunos personajes (quizá demasiados), provocan en el lector una carencia de empatía con los mismos. Cuando, finalmente, estos asesinos y gentes sin escrúpulos no reciben ningún castigo por los crímenes y delitos cometidos impunemente, se echa de menos (con bastante pena y asombro) la “justicia poética” del autor, aunque fuera difícil castigar a los culpables por su rango.

Por último, desde el punto de vista estilístico, tanto por las prolijas descripciones como por los numerosos diálogos, la novela se ralentiza, avanza con un ritmo desigual y se hace excesivamente larga.  Aunque, en líneas generales, las descripciones son brillantes y presentan con detalle la ciudad de Córdoba y sus diversos ambientes; no ocurre lo mismo con respecto a los diálogos. Se puede decir que no todos son interesantes para seguir la trama principal: hay algunos carentes de naturalidad, un poco forzados y con un lenguaje actual que no aportan nada a los temas fundamentales, lo que resta fluidez a la lectura. En conjunto, resulta una obra interesante, aunque debe leerse con ojo crítico.