Un paseo para recordar

Disiento de las opiniones que preceden este comentario. Y disiento tanto que me llama la atención que tanta gente haya perdido el tiempo leyendo esta novela rosa con ribetes monjiles. Si escribo esta reseña es para aconsejar no perder el tiempo con semejante cursilada. Quizás pueda emocionar a adolescentes con poco gusto, aunque no niego que, si es así, puede ser una forma de iniciar en la literatura a jóvenes con poco gusto. Ñoña e insulsa, son las dos palabras que asocio a esta novela. Su valor literario, nulo.
Pero ahora que lo pienso, qué bonita es la diversidad.

La fuerza del primer amor, aquel que suele dejar una huella indeleble, es el tema central de esta conmovedora novela. Han pasado cuarenta años, pero Landon Carter aún recuerda con exactitud lo que aconteció cuando tenía diecisiete y su vida cambió para siempre. Miembro de una pandilla de jóvenes que preferían vagar por ahí en lugar de ir a la escuela, nada hacía suponer que aquel joven problemático y rebelde pudiera sentirse atraído por Jamie, la hija del reverendo, la que cargaba con una Biblia a todas partes, era voluntaria en un orfanato y le gustaba ayudar a los demás. Durante los ensayos de la función teatral de Navidad, Landon y Jamie entablan una inesperada amistad que, poco a poco, va derivando en verdadero amor. Sin embargo, la joven esconde un secrto devastador que puede frustrar la incipiente relación. Así pues, atormentado por el aciago destino que se cierne sobre Jamie, Landon tiene que tomar una decisión definitiva. Nicholas Sparks es sin duda el autor que con mayor sensibilidad escribe sobre los más profundos sentimientos humanos, un tema reservado normalmente a las escritoras. El extraordinario éxito de sus dos anteriores novelas – El cuaderno de Noah y el Mensaje – se ha repetido con Un paso para recordar, que ocupa desde hace meses uno de los primeros puestos en la lista de libros más vendidos de EE.UU.

Un paseo para recordar me ha parecido un libro apasionante, en la que te cuenta la historia de amor de dos adolescentes, en la que también hay mcho dolor, es un libro muy bonito y muy triste. Es sorprendente como una persona a la que quieres puede hacerte cambiar radicalmente.

Un gamberrete de 17 años, de un pueblecillo sureño de Estados Unidos, cuenta su primer amor y cómo transformó su vida. Por azares de las circunstancias (o por designio de Dios, como insiste la que será su novia) empieza a tratar a la insulsa y repelente hija del predicador local (todo un planón). Esa amistad forzada, le trae al protagonista humillaciones y ridículos por parte de sus amigos. Pero, poco a poco, advierte la bondad de la chica y empieza una transformación moral en él que jamás hubiera imaginado. El final es de una entrega mutua, una generosidad y una altura que familiares y amigos (y lectores) se tienen que quitar la boina ante estos dos campeones del amor.
Me parece un libro muy recomendable para primeros lectores (es muy breve y muy fácil), el tema es melodramático pero no se cae de las manos y presenta un ejemplo de noviazgo limpio que no es frecuente encontrar en la novela moderna (tampoco en las otras novelas de este autor) y un interesante trasfondo religioso.