El alma se extingue

A todos aquellos que han leído "Los hombres que no amaban a las mujeres" les daría como antídoto la lectura de esta novela escrita en los años treinta del siglo pasado. No todo es basura en la vida de los hombres y las mujeres, y hasta la bosta de vaca ha sido en algún momento hierba verde y flores diminutas del campo. Esta obra se había publicado en España con el título de "El alma se apaga", mucho más literario que el actual. El lector pensaría que se trata de una autobiografía del autor, pero Lajos Zilahy no se estableció en los Estados Unidos hasta 1947, al terminar la Segunda Guerra Mundial. Su protagonista es producto de la ola de inmigrantes atraídos por los USA en el periodo de entreguerras. La prosa es sencilla y agradable, casi lineal, no necesita sexo y tiene la opción de terminar bien. Me vienen a la cabeza obras similares como "La montaña de los siete círculos" de Thomas Merton, "La comedia humana" de Saroyan o el segundo volumen de "Las cenizas de Ángela", la aventura americana de Frank McCourt. Luego la literatura se haría más espesa, más complicada y perfeccionista. Una única observación al orden del relato. El autor empieza la novela contando el hoy y ahora de János Pekri, una serie de datos en clave, irrelevantes para el que no conoce el resto de la historia: que la novela no avanza desde ese punto sino que retrocede. El lector corre el peligro de desinteresarse por una novela que parece construida sobre trivialidades y sólo si persevera una páginas más se encontrará sumergido en el torrente narrativo. Ese primer capítulo, al que luego el lector deberá volver para cerrar el círculo del relato, debería figurar al principio como Introducción o al final como Epílogo. La edición es correctísima y el libro vale lo que cuesta. Hoy en día eso es una auténtica rareza. En la actualidad no hay relación entre la calidad literaria y el precio de los libros. Lo dicho. "El alma se extingue" y su historia de amor entre János y Jennifer me parece un antídoto casi obligado para los que hayan leído la llamada saga del "Millenium" de Larsson y, en especial, "Los hombres que no amaban a las mujeres".

Al tomar este libro en mis manos me asaltaban dudas tanto por lo que el título en castellano –"El alma se extingue"- podría indicar con relación al contenido, como por el tema tratado. Sin embargo tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente.
Con prosa ágil y transparente, lineal, sin recovecos, Zilahy aborda el tema de la inmigración, sin pesimismos baratos, con el talante joven y emprendedor del protagonista, plantea las dificultades tanto económicas –afán constante por conseguir un empleo estable-, vida de relación y amorosa, y el contraste cultural entre su país de origen y su nueva patria.
Es éste el cañamazo que sustenta toda la historia reflejando la situación anímica del protagonista como su reacción ante la nueva cultura con la que se enfrenta. Es especialmente interesante la narración del efecto que produce en un primer momento la ciudad de Nueva York.
El autor presenta positivamente la historia, no carga las tintas en la tristeza o posible abatimiento del joven protagonista; con pluma ágil y ritmo adecuado no deja decaer el interés de la narración, confiriéndole un cierto matiz de intriga manteniendo en suspense el desenlace final.
Se trata, sin duda, de una buena novela para disfrutar, la que nos ofrece este reconocido autor húngaro.