El arte de la fragilidad

Vivimos en una época en la que parece que solo tenemos derecho a vivir si somos perfectos. Cualquier defecto, cualquier debilidad, cualquier fragilidad parecen prohibidos. Pero hay una forma de salvarse y consiste en construir otra tierra, una tierra fertilísima, la de aquellos que saben ser frágiles.

¿Existe un método para que la felicidad sea duradera? ¿Se puede aprender el cansado oficio de vivir día tras día de forma que se convierta incluso en un arte de la alegría cotidiana?

Son preguntas comunes, todos nos las habremos hecho decenas de veces, sin encontrar respuesta. Y, sin embargo, la solución puede llegarnos, inesperadamente, gracias a algo que nos ocurra, gracias a alguien. En estas páginas, Alessandro D’Avenia nos cuenta cuál es su método para ser feliz y como la poesía puede salvar tu vida.

 Alessandro D’Avenia aúna con éxito su experiencia como profesor, su pasión como lector y su sensibilidad de escritor para acompañarnos en un viaje existencial sorprendente. Partiendo de las inquietudes de la adolescencia ―la edad de la esperanza y de la intensidad, tanto en sus picos de entusiasmo como en los abismos de tristeza― pasamos a través de las pruebas de la madurez ―el momento en que las aspiraciones chocan con la realidad― para llegar a la conquista de la fidelidad a nosotros mismos, aceptando debilidades y fragilidad y aprendiendo el arte de reparar la vida. Quizá sea ahí donde se esconda el secreto de la felicidad. 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2017 La esfera de los libros
272
978-84-9164-085
Valoración CDL
4
Valoración Socios
3.8
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Género: 

Comentarios

Imagen de fcrosas

Libro curioso: ¿lírica, ensayo, eistolario, poética? He disfrutado con él y lo recomiendo vivamente. Sobre todo, a profesores de Literatura y de Humanidades en general.

Imagen de amd

Relato escrito en forma epistolar, en el que Alessandro D’Avenia (en un espacio-tiempo creado por el acto de la literatura) mantiene un epistolario con el poeta romántico Giacomo Leopardi (1798-1837). Gracias a la obra de este poeta italiano, D’Avenia a los diecisiete años consiguió superar un momento de crisis y de dolor personal: cuando en una clase de Literatura, el profesor les comentó el poema “Canto de un pastor errante de Asia”, la poesía le abrió unos nuevos horizontes en su vida y, desde entonces, le ha acompañado en todo momento. 
Como afirma el propio autor (pp. 17 y 18), en estas cartas dirigidas a Leopardi plantea interrogantes esenciales sobre la existencia humana  y él mismo le da respuestas al poeta que le acogió tan amorosamente en sus “estancias” (las estrofas de sus poemas). El libro, pues, está dividido en secciones que indican los pasos de nuestra existencia y lo que puede iluminarlos desde el interior: “He llamado a estos componentes fundamentales de la esencia de la vida: adolescencia (o arte de tener esperanza), madurez (o arte de morir), reparación (o arte de ser frágiles), morir (o arte de renacer). Arte es aquello que quienes tengan talento para la vida (seguramente, todos) pueden aprender  y mejorar día a día para que cada etapa esté iluminada y guiada por la pasión feliz de estar en el mundo”.
A lo largo de la obra, con una excelente prosa poética y partiendo de los escritos de Leopardi, D’Avenia propone una serie de profundas reflexiones sobre la soledad, el dolor, la marginación, el fracaso, la fragilidad de las personas a cualquier edad. El autor aúna con éxito su experiencia como profesor, su pasión como lector y su sensibilidad de escritor para acompañarnos en un viaje existencial sorprendente, especialmente teniendo presente las inquietudes de la adolescencia, de la que muestra varios ejemplos concretos a través de las cartas que ha recibido como maestro y como escritor de novelas para jóvenes.
En definitiva, se trata de un homenaje a la poesía, a la literatura, a  “la lectura que crea un espacio y un tiempo en los que los hombres se encuentran, construyen y hallan las palabras con las que definirse a sí mismos, sobre todo en los momentos de paso, de transición” (p. 39). Por ello, es una obra recomendable e interesante para todas las edades, y especialmente para recordar los problemas tan vigentes en la adolescencia a los adultos (padres, familiares, profesores, tutores).  

Imagen de cattus

Este es uno de los libros más interesantes que he leído en lo que va de año, me remito al comentario más extenso que he enviado hoy y que supongo que se publicará dentro de unos días en la sección correspondiente. Leer artículo>>

Imagen de polvorista

Fui a leer un libro y he encontrado un tesoro. Fui a valorar ideas y me he encontrado con un amigo que escucha y comparte su alma haciendo vibrar los resortes más protegidos que guarda la persona. El arte de la fragilidad es, de modo sencillo, un conjunto de cartas que el autor envía a un gran poeta italiano al que llega a considerar no moderno sino clásico. El autor es Alessandro D’Avenia; el poeta Giacomo Leopardi (1798-1837). El autor es profesor de un Instituto en Italia y escritor: “Blanca como la nieve roja como la sangre” o “Cosas que nadie sabe”. Lo de menos es el tema; lo que hace que sea sugerente y sugestivo es la belleza con que escribe y describe la vida y el alma. Tomando pie del arrebatamiento de los adolescentes recorre la vida: Adolescencia o el arte de la esperanza, Madurez o el arte de morir, Reparación o el arte se ser frágiles y Morir o el arte de renacer. El poeta, jorobado, que fue perdiendo la vista y con una vida llena de contrariedad y desdicha ve lo hermoso del entorno con esa fragilidad y hace nacer la esperanza, repara las heridas de la vida, y busca siempre la belleza y el amor. Esos destellos el autor los hace presentes en la vida moderna porque son perennes. Podría seguir hablando pero sólo pretendo que te animes a leerlo, eso sí, despacio, saboreando cada párrafo.