El castillo del monje

La novela está ambientada en Castilla del siglo XIX. El protagonista, Ramón, es un noble castellano, joven y lleno de valores. El autor introduce de una manera muy natural, comportamientos cristianos en la vida de los protagonistas, sin que por ello se resienta su hombría. Así van a Misa, se confiesan, anteponen la familia al trabajo, y actúan con nobleza, generosidad y valentía, sin que por ello decaiga el ambiente de intriga y de misterio de la trama. El argumento está bien conseguido, en cuanto que encuentra una explicación racional a los misterios que tratan de resolver, sin caer en la tentación de recurrir a las leyendas, como la del Barragús, el que chupa la sangre, o a criaturas fantasmales o vampirescas que ahora están tan de moda.
El autor ha usado el lenguaje de la época, quizá un poco desconocido para la edad de los lectores, pero eso lo soluciona introduciendo al final del libro un glosario de palabras y expresiones donde consultar todas las dudas que surjan.
El libro tiene tres ilustraciones, reproducidas en blanco y negro, que desdicen de la calidad del texto, pero se disculpa cuando ves que las ha realizado el mismo autor... (es difícil hacer bien todo).