El Evolucionismo y otros mitos expone, sin alarmismos
injustificados, la situación agónica de la teoría del
darwinismo y su impotencias para explicar la evolución.
A juicio de su autor, el programa darwinista se halla
ahora en fase de "crisis de paradigma". El núcleo duro
de las teorías darwinistas - esto es, el principio de la
selección natural- se encuentra en una fase de ruptura
revolucionaria en la que, a causa de las crecientes
"anomalías" empíricas y conceptuales a las que está
expuesto el paradigma darwinista, los científicos
cuestionan sus proposiciones fundamentales y van a la
búsqueda de otras proposiciones que configuren un
nuevo paradigma evolutivo.
Comentarios
El filósofo Carlos Javier Alonso es un especialista en evolucionismo. En 1999 publicó “Tras la evolución. Panorama histórico de las teorías evolucionistas”, que podría considerarse como una introducción histórica a esta nueva obra: “El evolucionismo y otros mitos. La crisis del paradigma darwinista”.
A pesar de lo que pueda parecer por el título, Alonso admite como algo fuera de toda duda el hecho de que se ha producido un proceso evolutivo. Lo cuestionable no es el hecho evolutivo en sí, sino algunas de las hipótesis explicativas del mismo, como por ejemplo la darwinista o la sintética. Tal como indica el subtítulo del libro, en éste puede encontrarse un análisis crítico del darwinismo. Pero Alonso va más allá y también analiza los problemas relativos al origen de la vida, pasa revista a la relación entre genética y evolución, estudia el problema del gradualismo (la ausencia, en el registro fósil, de formas intermedias), cuestiona el valor real de conceptos claves en la teoría darwinista (tales como adaptación, supervivencia del más apto), e insiste en las incógnitas que todavía persisten en el conocimiento de la historia evolutiva del hombre.
Alonso ve en la ciencia de la evolución un esfuerzo honesto de la razón para conocer la verdad sobre nuestra historia biológica. Pero pretende distinguir el trigo de la paja: una cosa es la explicación científica del hecho evolutivo y otra un discurso evolucionista ideológico y dogmático que en rigor es pseudocientífico. Y todo ello en una prosa que combina elegantemente el rigor expositivo con la claridad.