Esperando a Cristo

Seis homilías de John H. Newman en la parroquia universitaria de la Universidad de Oxford. Corresponden a su periodo como presbítero de la Iglesia anglicana (1825-1845).

El título del volumen -Esperando a Cristo-, hace referencia a su segunda venida, que el Señor había anunciado a sus Apóstoles antes de subir al Padre. Los demás sermones tratan de: 1. La curiosidad como ocasión de pecado. 2. La inmortalidad del alma. 3. Los riesgos de la fe. 4. El mundo del espíritu. 5. Palabras insinceras.

Cierra el volumen el discurso pronunciado por Newman en 1852 -como sacerdote católico y futuro Rector de la Universidad de Dublin-, sobre Los Deberes de la Iglesia hacia el Saber.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Ediciones Rialp, S.A.
127
978-84-321-3146-6
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El siglo XIX -incluída la Universidad de Oxford- se encontraba invadido por el racionalismo y la increencia, y la Iglesia anglicana había quedado reducida a una práctica social minoritaria. Newman, consciente de que son las disposiciones morales las que nos llevan a aceptar las enseñanzas de Cristo, pide a sus oyentes que busquen la santificación interior y eviten la tibieza en la práctica religiosa: "Evitar el ocio, los malos pensamientos, los libros irreligiosos y las malas compañías" (pág.36), huir de las tentaciones y cultivar una conciencia recta. "El diablo existe y tienta" -les recuerda (pág.34).

"¿Qué hemos arriesgado por Cristo? -pregunta a sus oyentes- ¿Hasta qué punto nuestras palabras son sinceras al proclamar nuestra fe, capaces de cambiar nuestras vidas? Newman pone el ejemplo de los clérigos que utlizan palabras verdaderas pero no las acompañan con sus obras; los maestros universitarios que "consiguen forjar una teoría o adelantar objeciones [teológicas] difíciles de refutar, pero que cualquier persona recta percibe como artificiales e insinceras"; por último, se refiere a los literatos, periodistas y políticos que profieren expresiones radicales, pero que los oyentes perciben que son para ser pronunciadas no para llevar a la práctica: "Corazones fríos y lenguas que no descansan" (pág.87) -concluye con fórmula inspirada.

Newman plantea desde el púlpito el problema de la segunda venida de Cristo, que algunos sectarios anunciaban inminente. Se trata de una cuestión que ya había preocupado a los primeros cristianos y que llevó al apostol Pedro a tratar en su segunda carta (2 Pe 3). Lo que Dios espera de nosotros -aclara el predicador- es que vivamos expectantes "porque no sabemos el día ni la hora" (Mt.25,13). Cristo ya está en medio de nosotros, en su Iglesia y en sus ministros.

El predicador anima a "buscar la presencia divina en todo lo que ocurre, (...) Dios puede estar mostrándonos sus caminos en los asuntos corrientes de cada día. (...) ¿Quién no ha visto -pregunta- a lo largo de su vida coincidéncias que le han hecho ver la mano de Dios?" (págs.103-104). No todos lo entienden, sino que la mayoría se mueve de acuerdo con los sucesos del mundo o tratan de conocer el futuro "practicando artes ocultas, consultan brujos y tienen en cuenta los astros" (pág.106). Son "presa de la primera persona que se les acerca con un lenguaje enérgico y les invita a creer en sus palabras sin ninguna garantía" (pág.107). El cristiano, sin embargo, sabe que todas las respuestas se encuentran en las Sagradas Escrituras y, con paciencia, trata de incorporarlas a su vida.

Para lectores bien dispuestos.