La celebración de la Navidad en San Francisco de Asís

La Navidad nos enseña que Dios no es solamente grandioso, sino que hay en Él algo que no sabríamos cómo definir y que nosotros llamamos humildad: aceptar el último sitio, el pesebre de los animales, donde no se metería ningún humano. La humildad absoluta de Jesús en el belén revela aspectos de Dios: su capacidad de estar en lo pequeño, en el pobre; su capacidad de darse a sí mismo por nosotros. 

El autor ofrece en esta pequeña obra su propuesta de reflexión y algunos elementos para la pastoral de la celebración. Nos muestra los ojos enamorados de Francisco, su encuentro con el Niño de Belén, como una danza en la música universal del amor. Y somos invitados e entrar en esa explosión de fiesta, canto, colorido y fraternidad. Saborear la ternura de Dios con los hombres.