Lo que no podemos ignorar

Escrito en un estilo convincente, con rigor intelectual y sólidos argumentos, este ensayo habla de forma clara y certera de la ley natural, y de cómo la conocemos. Trata sobre el mundo perdido de las verdades morales comunes: sobre lo que sabemos realmente acerca de lo bueno y lo malo. Ayuda también a entender los efectos de la pérdida de esas nociones en la cultura contemporánea.

El autor es un lúcido y comprometido defensor del sentido común basado en el orden natural de las cosas, unido a la razón, iluminado por la fe. Con su exposición quiere, sobre todo, reforzar la confianza de la gente sencilla en los fundamentos morales de ese sentido común.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2005 Rialp
336
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.5
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La primera parte trata de ese mundo perdido, cuando los hombres traspasan el límite de su naturaleza. En la segunda, hace una descripción razonada de la ley natural apoyado en dos fuentes principales: el testimonio de la conciencia y el testimonio del diseño de nuestra naturaleza finalizada. La tercera parte analiza los actos de la conciencia para obrar bien y rectificar cuando se obra mal. Particularmente interesante resulta aquí el apartado «Eclipse» que retrata los males que proceden de intentar silenciar la conciencia, para caer en los sofismas y en una prolongada inmadurez. La última parte propone los caminos para la recuperación de ese mundo perdido, con la esperanza puesta en la fuerza del bien

Destaca en esta obra su exposición razonada que tiene en cuenta la luz de la fe cristiana, y lo hace según la tradición anglosajona con gran realismo y dialogando con la calle, incluidos los pensadores que rechazan la ley natural. Se advierte la referencia frecuente al aborto, como negación de lo más básico de la ley moral y por sus tremendas repercusiones en la sociedad que lo admite. En suma, esta Guía sobre lo que no podemos ignorar es una ayuda para que la gente normal, en la base de sus creencias, se reconozca precisamente como normal, en el seguimiento de las pautas propias del ser humano que encaminan al bien de cada persona, y por ello al bien común. Quizá lo más difícil de esta obra sea el apellido del Autor..