Segundos negros
El comisario Konrad Sejer investiga la desaparición de una niña en una población rural de Noruega. Ida Joner está a punto de cumplir diez años cuando desaparece en una pequeña población noruega rodeada de granjas y bosques. Helga, su madre, está viviendo su peor pesadilla. El comisario Konrad Sejer -tan humano, tan comprensivo que los interrogados a menudo se sienten tentados de contarle más de lo que debieran- y su joven asistente, Jacob Skarre, inician la investigación.Inmediatamente las sospechas recaen sobre Emil Johannes, un tipo raro que vive solo y no habla desde su infancia. Incluso su madre, Elsa, le teme. Tanto ella como Helga deben enfrentarse a sus miedos: perder a un hijo, o pensar que es capaz de cometer una atrocidad. Pero Elsa no es la única que guarda un secreto, pues pronto descubriremos que todos en la pequeña localidad tienen algo que ocultar...
Ediciones
| Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
|---|---|---|---|---|
| 2014 | Debolsillo |
264 |
978-84-9032-829 |
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Comentarios
Es una típica novela
Es una típica novela policíaca, de intriga, donde en las primeras páginas nos cuenta la desaparición de una niña de 10 años y el resto del libro es buscar a la niña y el culpable. Dentro del género supongo que se puede decir que está bien, hay incertidumbre en todo momento y, a lo largo de las páginas –excesivas- se van perfilando bien los personajes. Me parece que no se puede decir casi nada más de este novela, bastante plana, sin grandes medios literarios aunque consigue mostrar al lector un ambiente y una sociedad. Sociedad notoriamente intrascendente, en donde –parece en algún momento- tienen más importancia los animales que las personas. Una niña que ama a los animales y, al parecer, solo habla de eso con sus amigos. Unos protagonistas que viven más pendientes de sus mascotas que de otras personas. Y al final, el cariño, los sentimientos, se recibe del perrito. Muy triste.