Sobre la política y el odio

A pesar de sufrir personalmente las consecuencias del odio en su país, Václav Havel se aproxima a él como intelectual y como observador inquieto, examinando el deseo de absoluto que esconde esta pasión como odio personal y también como odio colectivo. En el segundo capítulo trata sobre la política y la conciencia, reflexionando sobre los fundamentos espirituales de la civilización moderna, y las causas de su crisis.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Rialp
92
978-84-321-5994-7

Dos conferencias de 1984 y 1990.

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Dos conferencias pronunciadas por el intelectual checo Václav Havel en circunstancias muy distintas entre sí. La que lleva por título La política y la conciencia fue pronunciada en 1984, cuando el autor era solo un disidente del sistema comunista y faltaban cinco años para que cayera el llamado Telón de acero. La segunda lleva por título El odio: la tragedia de un deseo, y cuando la pronunció Havel era Presidente de la República checoslovaca.

En Política y conciencia Havel afirma el valor del compromiso personal en un sistema político anónimo: "Tenemos una tarea que cumplir -escribe-, una tarea de la que derivará todo el resto. Hacer frente al autoritarismo irracional del poder anónimo, impersonal e inhumano de las ideologías, de los sistemas, de los aparatos, de las burocracias, de las lenguas artificiales [la neolengua] y de las consignas políticas, con un compromiso total" (pág.72).

Havel se refiere -sin nombrarlo- al sistema de partido único existente en su país, pero podemos preguntarnos si el sistema de varios partidos no es igual de anónimo. Es mucho suponer que un hombre u hombres a los que no conocemos y no vamos a conocer nunca -nuestros teóricos representantes- defienden nuestros deseos, ilusiones y necesidades. Es mucho imaginar que sometidos a la disciplina de partido alcancen algún tipo de liderazgo entre la población. Movido por esta convicción, Havel afirma que "un solo hombre que se atreve a gritar bien alto, posee un poder más grande que aquel del que disponen millares de electores anónimos" (pág.79).

Eliminada la disciplina impuesta por el partido comunista, Checoslovaquia se enfrentaba en 1990 a la ruptura entre checos y eslovacos, para dar lugar a dos estados diferentes: la República Checa y Eslovaquia. En la conferencia sobre la tragedia del odio, el autor asciende desde el odio individual al odio colectivo. Es cierto que existen diferencias culturales entre los distintos grupos humanos [los famosos hechos diferenciales], y es posible aceptarlos con comprensión y tolerancia como una consecuencia de la heterogeneidad de la vida, pero también se corre el riesgo de hacer de ellos una fuente de incomprensión y de repulsa de unos hacia los otros. ¡Una eclosión del odio! (pág.29).

Al tratar esta cuestión, es inevitable recordar los deseos secesionistas de algunas partes de España. Havel señala cómo el sentimiento de frustración se da preferentemente allí donde se han cometido auténticos errores, humillación, ultraje, engaño,..." (pág.26). Las naciones -explica- "quieren ser conocidas, tomadas en consideración por los demás; quieren que se reconozca su diferencia... Se preguntan si no se les roba una parte de la atención que se merecen" (pág.34). El odio colectivo lo imputa a "personas pequeñas y débiles, espíritus perezosos incapaces de pensar de forma independiente"; superan su soledad, su sentimiento de fracaso y subestima integrándose en una fraternidad común de rechazo al que consideran enemigo común, y dan culto a unos símbolos. Individuos que integrados en una multitud se atreven a más y se estimulan unos a otros (págs.23-25).

Un texto sencillo de leer, breve pero sugerente.

 

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Dos artículos publicados en la revista Atlántida, claramente diferenciados. En el primero se habla de la peligrosa presencia en la sociedad y, concretamente, en la política del odio, como actitud muy frecuente. El segundo artículo es una crítica de los derroteros que toma la política en Europa, convirtiéndose la democracia en un campo de intereses. Leer artículo >>