Veinte días de abril

Abril, un mes para olvidar o para recordar. Una novela actual que trata el confinamiento desde la mirada de siete jóvenes universitarios de diferentes países y con historias muy diversas.

Pablo está estudiando en la Universidad de Stirling, Escocia, desde que comenzó el curso. A principios de abril todo se derrumba al mismo tiempo: su historia de amor con Sofía parece abocada al fracaso, y su traslado a un nuevo piso de estudiantes coincide con el primer confinamiento decretado como respuesta a la pandemia.

Sin embargo, los desastres unen, y Pablo va a encontrar en sus nuevos compañeros un apoyo inesperado... Juntos, explorarán la incertidumbre de la situación que están viviendo y combatirán el desánimo a través de la imaginación. Aunque no será fácil.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Anaya
160
978-84-698-8560-4
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Novela juvenil sobre la pandemia y el confinamiento a principios de abril de 2020. Ambientada en el campus de la Universidad de Stirling, en el corazón de Escocia, la trama está protagonizada por un grupo de jóvenes universitarios que cursan diferentes carreras y conviven en un piso de estudiantes. Aunque se puede considerar una obra coral narrada en tercera persona, la acción se focaliza desde el punto de vista de Pablo que es el alumno español del grupo. Junto a él, vivirán el inicio de la pandemia la japonesa Yumiko, el noruego Arvid, la mexicana Claudia, el afroamericano Edward, el ruso Andrei y la hindú Suhani. En total, se trata de siete personajes que deberán compartir un espacio reducido durante un largo período; para ello deberán respetar en la casa unas normas básicas de convivencia, higiene, limpieza, orden y organización, y además intentar evitar los contagios guardando estrictamente el confinamiento.

Como se afirma en el relato, la pandemia parece “un cuento de terror moderno” y esta afirmación les da pie para buscar un entretenimiento al final del día: cada noche, uno de ellos narrará una historia relacionada con sus estudios y cocinará un menú típico de su país. De esta forma, se cuentan relatos, tradiciones y leyendas sobre diversos temas que fomentan la camaradería y la amistad entre los jóvenes. En estas tertulias, también emergen sus miedos, sus complejos, sus sentimientos de pena y frustración, sus desengaños amorosos o problemas familiares para los que intentan buscar soluciones con empatía y generosidad.

En conjunto, se trata de una obra actual y entretenida en la que los jóvenes lectores pueden ver reflejados también sus propios problemas y formas de resolverlos: “Pablo notaba que la conversación entre ellos era más fluida cada noche que pasaba. Sin proponérselo, habían formado una especie de familia provisional y, al igual que hacen las familias, hablaban entre ellos de cosas personales, mezclando lo superficial con lo importante” (p. 86).