Esperanza

Autobiografía del papa Francisco escrita en colaboración con Carlo Musso. Afirma el coautor que comenzó a elaborarse en 2019 y estaba previsto que se publicase después de la muerte del Pontífice, pero que el Jubileo de la Esperanza adelantó la fecha de su publicación. Tantos años de elaboración dotan a la obra de una gran perfección literaria, de orden y contenidos.

La parte autobiográfica es pequeña, se refiere ante todo a la niñez y juventud de Bergoglio; el resto son enseñanzas acerca de la paz y los esfuerzos del Pontifice por impulsarla. La intención última es hacer mirar al lector y a la Iglesia en su conjunto al futuro con Esperanza, y un cierto rechazo del integrismo, que el Pontífice interpreta como inmovilidad y negativa a caminar hacia delante con el Espítitu. También hay una reivindicación del corazón, de los afectos como fuente de esa misma Esperanza.

Una vez más sorprende -aunque no extraña- el nulo eco que ha alcanzado esta obra en el seno de una iglesia perezosa, que parece prescindir de todo lo intelectual, pero también el retraso en ser incorporada a cdl.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2025 Penguin Random House en Plaza y janés
326
978-84-01-03679-8

Subtítulo: La autobiografía

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Resulta significativo que Francisco quisiese que sus memorias se publicasen después de su muerte, algo así como un testamento espiritual. Afirma el coautor, Carlos Musso, que la apertura del Jubileo de 2025 convenció a ambos para adelantar la publicación, aunque Francisco falleció casi inmediatamente.

Podemos considerar Esperanza como un tratado de Teología Pastoral en el que el pontífice utiliza su propia vida para hablar sobre la vida cristiana. No encontramos datos biográficos nuevos, pero el autor señala la importancia que algunos episodios tuvieron en su formación: Las historias que le contaba su abuelo paterno acerca de los horrores de la Primera Guerra Mundial, los barcos cargados de migrantes italianos al Nuevo Mundo que no alcanzaron su meta y se hundieron en el Atlántico, la ruina de la familia en Argentina en 1932, y tantos otros sucesos que posteriormente iban a influir en la actitud del Pontífice acerca de la paz, los pobres o la protección a los inmigrantes. A la esperanza sobre el futuro se dedican los cuatro últimos capítulos: 22) De la mano de una niña irreductibles; 23) A imagen de un Dios que sonríe; 24) Los días mejores están por venir y 25) Yo soy solo un paso.

Los que tenemos una cierta edad recordamos las iglesias atestadas durante la Misa del domingo, los sacerdotes en los confesionarios y largas colas de fieles para recibir la absolución, los niños y niñas que aprendíamos el catecismo antes de recibir la Primera Comunión o las iglesias abiertas todo el día. Hoy, si asistimos a Misa el templo estará medio vacío, solo con gente mayor, y esto podría llevarnos al pesimismo. Recordando su infancia y juventud Francisco nos explica que el Espíritu de Dios se encuentra también en lo que él llama los santos de la puerta de al lado: "Personas sencillas, que quizás iban a la iglesia dos o tres veces al año, pero vivían con dignidad, se ganaban el pan y cuidaban de los demás, las mujeres del barrio, los padres de familia" (pág.158).

Parece obvio señalar que la mayoría esos santos de la puerta de al lado tenían hijos. Los Bergoglio, a los que nunca sobró el dinero, tenían cinco y pudieron darles estudios y una formación cultural basada en el amor a la música, a los libros y al cine. La familia extensa se reunía los domingos para comer -en ocasiones hasta treinta personas- y se relacionaban sin dificultad con los vecinos del barrio aunque pertenecieran a otras etnias o religiones. Francisco concluye que "la familia cristiana es una fábrica de esperanza" (pág.278), por lo que contrario sensu el llamado invierno demográfico, la falta de niños en Occidente es motivo de desesperanza.

El Pontífice comenta sobre sus Encíclicas y Exhortaciones apostólicas: Evangelii Gaudium, Laudato Si', Fratelli Tutti, Gaudete et Exultate, Laudate Deum..., y podemos advertir cómo todas ellas guardan alguna relación con la alegría y la esperanza. Humildemente advierte el Pontífice que "siempre hay una cierta oposición" (pág.225), y hasta en tres ocasiones señala que también el Papa puede equivocarse y debe hacer autocrítica (pág.286). "Sueño -concluye- con un papado que sea cada vez más servicial y comunitario" (pág.317). Es difícil imaginar unos papas más volcados en el servicio a la Iglesia y al mundo que los últimos que hemos tenido. Francisco reclama esa misma actitud en los Obispos (pág.195), y entre ellos sí que hay, por necesidad, todo tipo de perfiles.

Francisco discrepa fuertemente con los que desean que la Iglesia retroceda para recuperar formas más solemnes, más jerárquicas, incluso en la liturgia. Para el Pontífice ésta "no puede ser ritual, ni el ejercicio de un espiritualismo abstracto, envuelto en un confuso sentido del misterio" (pág.227); sin embargo, podemos discrepar acerca del uso que se hace de los términos espiritualismo y misterio. El Papa reclama en la liturgia el "encuentro y reencuento con los demás" asi como "un sentido pastoral", pero estos pueden tener lugar y se manifiestan ordinariamente fuera de la celebración eucarística. Existe en Iglesia infinidad de ritos litúrgicos para que el único que esté prohibido sea la celebración de la Eucaristía en lengua latina, aprobada por los papas san Juan XXIII, san Pablo VI y Benedicto XVI. La prohibición tajante parece compaginar mal con el espíritu de aceptación, ternura y acogimiento propio del Pontífice.

Pienso que este libro ayuda a centrar y comprender algunas cuestiones e incluso expresiones que antes nos habían resultado inquietantes y difíciles de entender, como aquella de que "Dios nos primerea", "una Iglesia en salida" o "las periferias existenciales", expresiones barrocas para conceptos sencillos. También en un punto se utiliza el término sinodalidad como asesoramiento y decisión compartida. Aún así será conveniente un cierto nivel de formación y conocimiento sobre las cuestiones eclesiales para entender esta obra en todos sus pasajes..