El libro consta de cuatro capítulos y un apéndice. El primer capítulo se refiere al cónclave en el que resultó elegido el cardenal Robert Francis Prevost como 267 pontífice de la Iglesia católica. El segundo incorpora las palabras de algunos cardenales, previas al cónclave, acerca de las necesidades de la Iglesia. El tercer capítulo consiste en una biografía de Robert Francis Prevost, así como sus actos y discursos posteriores a la elección como papa. El cuarto relaciona las tareas que, a juicio del autor, deberá afrontar León XIV.
El apéndice consiste en unas palabras sobre el papado en la Iglesia católica y una relación de los pontífices desde san Pedro al papa Francisco.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2025 | Duomo Ediciones |
173 |
979-13-87574-23-9 |
Subtítulo: La historia del nuevo papa y los retos que deberá afrontar. |
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La opción del papa Francisco
La opción del papa Francisco por priorizar en sus viajes las periferias de la Iglesia y del mundo le llevó, en 2018, a encontrarse en el Perú con el religioso agustino Robert Francis Prevost, obispo de Chiclayo. La impresión debió ser muy favorable ya que el año siguiente Francisco incorporó al obispo como colaborador en el Dicasterio del Clero, en 2020 en el Dicasterio para los Obispos, y, en 2022 le propuso como Prefecto del Dicasterio para los Obispos con residencia en Roma. Afirma el autor que Prevost respondió al Pontífice: "Estoy muy feliz en Perú, pero si me pide que asuma un nuevo papel en la Iglesia lo aceptaré" (pág.63). La predilección de Francisco se puso de manifiesto cuando en 2023 nombró a Prevost cardenal diácono y en 2025, pocos meses antes del fallecimiento de Francisco, como cardenal obispo.
Afirma Saverio Gaeta que, durante los once años que Prevost permaneció como obispo en Chiclayo visitó varias veces sus 50 parroquias y a sus 150 sacerdotes. Coincide esta afirmación con el perfil que el norteamericano había dibujado para el obispo diocesano: "Se necesita capacidad para escuchar a los demás y buscar consejo, así como madurez psicológica y espiritual, capaz de ser cercano con los miembros de la comunidad empezando por los sacerdotes" (pág.64), y añade que no es recomendable que el obispo viva aislado ya que debe gobernar, administrar, organizar y sobre todo "anunciar a Jesucristo y vivir la fe de modo que los fieles vean en su testimonio un aliciente para querer formar parte cada vez más activa de la Iglesia" (pág.65).
El 21 de abril fallecía el papa Francisco y el 8 de mayo de 2025 el cardenal Prevost fue elegido por los cardenales pontífice de la Iglesia católica. Ese mismo día, León XIV dirigió unas palabras a los fieles congregados en la plaza de San Pedro, al siguiente celebraba una misa de acción de gracias para los cardenales y demás colaboradores del cónclave, y el 10 de mayo dirigió un discurso a los cardenales para manifestar las líneas de gobierno que quería seguir en su pontificado; comenzó renovando su adhesión al camino emprendido por el concilio Vaticano II e hizo referencia a algunos de los objetivos señalados por su antecesor en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, tales como la conversión misionera de la Iglesia, la colegialidad y sinodalidad, etc (págs.66-67).
Al analizar la situación de falta de fe en el mundo, León afirma que "se prefieren otras certezas como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer. (...) La falta de fe -continúa el papa- conlleva a menudo tragedias como la pérdida del sentido de la vida, el olvido dela misericordia, la violación de la dignidad de la persona, la crisis de la familia y muchas otras heridas por las que nuestra sociedad sufre y no poco". Concluye León afirmando que esta situación se da también entre los cristianos, de forma que "muchos bautizados terminan viviendo en un ateísmo efectivo" (pág.75).
Como Prevost ya había sido Prior de la Orden de San Agustín y posteriomente Obispo y Prefecto de un Dicasterio, Gaeta señala como características de su gobierno la serenidad, afabilidad, firmeza en sus propuestas, lucidez para afrontar las situaciones y concrección para analizar el futuro (pág.71). El autor señala que Francisco había abierto muchísimos frentes que ahora le tocaba afrontar a su sucesor (pág.89). Menciona la evangelización, las finanzas de la Santa Sede, la diplomacia, los delitos sexuales en la Iglesia, la ecología, el encaje de los nuevos carismas y movimientos laicales, el papel de las mujeres, los problemas con China, la pastoral de las parejas irregulares o del mismo sexo, el discernimiento de los fenómenos pretendidamente sobrenaturales y revelaciones privadas, el uso en la Eucaristía del misal aprobado por san Juan XXIII en lengua latina, y la sinodalidad. Ya Francisco había señalado como a los obispos diocesanos correspondía dar un paso adelante en casi todas estas cuestiones (pág.88).
Resulta inquietante e incluso desagradable el último apartado en el que Gaeta hace referencia a las profecías de Malaquías acerca de los papas que habían de venir y otras revelaciones privadas sobre la misma cuestión. Según algunas de éstas León XIV sería el último papa de la historia. Conviene, sin embargo, recordar como Nuestro Señor Jesucristo, cuando fue interrogado por los apóstoles acerca del restablecimiento del reino de Israel les contestó: "No os corresponde a vosotros conocer los tiempos que el Padre ha fijado con su autoridad" (Hechos 1,7). Vivimos tiempos apocalípticos, pero eso no significa que sea el fin de la historia.
Conclusión: El libro presenta algo de desorden e incluso el autor manifiesta dudas sobre algunos extremos, pero la biografía de Prevost-León XIV resulta entrañable y es bueno saber que el nuevo papa no repudia la herencia de Francisco, aunque problablemente la gestione con una mayor dulzura y serenidad. En algún lugar el autor afirma que el papa Francisco pensaba que su pontificado iba a ser breve, y ello explicaría la precipitación con la que se abordaron algunas cuestiones.