Dios nos quiere

Biografía del Papa León XIV, a la que se añaden datos sobre el desarrollo de la Iglesia en todo el mundo. Muestra los retos a los que ha de enfrentarse Robert Francis Prevost en su condición de papa León XIV.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2025 Libros Libres
165
978-84-127982-5-8

Subtítulo: Robert Francis Prevost. León XIV, su vida, su pensamiento y los retos que le esperan.

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El libro de Jesús Colina, Dios nos quiere, es más un ensayo sobre la Iglesia que una biografía de Robert F. Prevost -hoy S.S.León XIV-. Como biografía destaca en Prevost su obediencia, afán misionero y ejemplaridad en el ejercicio del episcopado. Sobre la Iglesia encontramos que el autor se refiere a las divisiones hasta el punto de mencionar el cisma, el liderazgo, una Iglesia participada, sinodal, la credibilidad del testimonio, unidad pero no uniformidad, cristianismo pero no cristiandad, la capacidad para crear comunidades como prueba de autenticidad, e igualmente nos habla de las minorías creativas, la crisis de la familia y reproduce unas interesantísimas palabras de León XIV a los periodistas acerca de la paz.

La primera cuestión que menciona Jesús Colina -y que al parecer tenían en la cabeza los cardenales en el momento de la elección de León XIV- se refiere a las divisiones en la Iglesia. Con sus reformas Francisco favoreció -no intencionalmente, claro está- algunas discrepancias en el seno de la misma, y corresponde al nuevo Pontífice suavizar algunas aristas y estructurar canónicamente las reformas introducidas por su predecesor (pág.31).

Durante el siglo XX algunos autores -Colina menciona a C.S.Lewis- habían hablado acerca de la crisis del cristianismo y su pérdida de influencia en la sociedad. El autor del libro explica la diferencia entre cristiandad y cristianismo: Cristiandad es una sociedad basada en los principios cristianos -o que al menos lo aparenta, tal como afirma el mito sobre la Iglesia medieval-, en tanto que cristianismo es la adhesión, el compromiso personal con Jesucristo vivido en comunidad. Joseph Ratzinger, cuando todavía era un joven teólogo y profesor de universidad, en 1969, había pronunciado una alocución radiofónica en la que respondía a la pregunta acerca de cómo sería la Iglesia en el año 2000. Ratzinger habló de una Iglesia minoritaria, desacreditada e incluso perseguida, que habría perdido toda su influencia social pero que estaría unida, en la que los hombres y mujeres conscientes de su radical indigencia y soledad buscarían remedio (pág.66).

Ratzinger hablaba de las minorías creativas, un concepto tomado de Arnold J.Toynbee, las cuales "son aquellas que responden proactivamente a una crisis de civilización y cuya respuesta permite que esa civilización crezca" (pág.66). Por su claridad, no me resisto a reproducir una cita de san Josemaría Escrivá en la que utiliza ese concepto. En 1973, en un acto de nombramiento de doctores honoris causa de la Universidad de Navarra, el fundador de Opus Dei y Rector de la institución docente decía: "En los momentos de crisis en la historia de la Iglesia, no han sido nunca muchos los que, permaneciendo fieles, han reunido la preparación espiritual y doctrinal suficiente, los resortes morales e intelectuales para oponer una decidida resistencia a los agentes de la maldad; pero esos pocos han llenado de luz de nuevo la Iglesia y el mundo" (Citado por José Miguel Cejas en Cara y Cruz, pág.586).

Agentes de la maldad es una expresión fuerte, pero hay que considerar que el demonio sigue actuando para destruir la obra de Jesucristo y que su objetivo prioritario es la Iglesia. El primer arma que utiliza el maligno para ello es la desobediencia y su consecuencia es la desunión. Asimismo se afana por influir sobre la cultura, instrumento en el que vive y se deposita la fe, y la consecuencia es la pérdida del sentido de la vida con todo lo que ello comporta, una auténtica pobreza existencial cuando no la desesperación y la busca de la felicidad en los paraísos artificiales de las drogas, el alcohol y otras adicciones. Por otra parte, el lugar principal donde se recibe la fe es en la familia, y ésta se encuentra también en crisis como demuestran la proliferación del divorcio, la disminución de la natalidad y la soledad de los ancianos (pág.15).

Nuestra sociedad ya no crea comunidades sino que premia el individualismo reconociendo derechos que van contra el bien común social (págs.71-72). La prueba de la veracidad del cristianismo reside en su capacidad para crear comunidades y en su dedicación a los más desfavorecidos (pág.10). El autor realiza una cita amplia del obispo noruego Varden, en la que añade a lo anterior la capacidad de la doctrina de Cristo para responder a los interrogantes fundamentales de la existencia, proporcionando así felicidad a los hombes y mujeres de nuestro tiempo (pág.10). El cristianismo -dirá Prevost- "no es un sistema de normas, no es una ideología. Es la gran noticia capaz de crear comunidades fraternas" (pág.128). Colina incorpora una interesante cita de León XVI en la que define la pobreza como humildad del corazón y cercanía con los que sufren (pág.14). 

Si acudimos a las estadísticas sobre la Iglesia Católica, vemos cómo la situación de la Iglesia no es igual en todo el mundo. La situación de crisis se refiere principalmente al Occidente cristiano, pero la Iglesia crece en Asia y en África. Así, nos encontramos con el hecho sorprendente de que la India, en la cual sólo hay un 5% de católicos, es el segundo país del mundo en número de sacerdotes y seminaristas, y el primero en religiosas. Igualmente  que uno de cada cuatro católicos de hoy se encuentra en África y que el mayor número de mártires se está produciendo en Nigeria. La Iglesia del futuro -afirma el autor- tendrá rostro asiático y africano.

En concreto España, donde tanta alarma existe acerca de los inmigrantes, se está beneficiando de una oleada de sacerdotes africanos y de las religiosas africanas y latinoamericanas. Laus Deo.

 

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Es uno de los primeros libros publicados después de la elección del nuevo papa, León XIV, y, por lo tanto, una anticipación a su pontificado. El autor aporta una biografía bastante completa, aunque no sea un personaje que en su vida anterior haya hecho cosas especiales. Resulta de gran interés el capítulo dedicado a los datos actuales de la Iglesia Católica en todo el mundo y, como consecuencia, los comentarios sobre los retos que tiene por delante el papa. Leer artículo >>