mansiones

Canadá, década de 1920. Los Whiteoak, una extensa familia de origen inglés, reside en Jalna, una magnífica finca en Ontario que debe su nombre a la ciudad de la India donde se conocieron los fundadores del clan, el capitán Philip Whiteoak y su esposa Adeline. Esta, aunque ya viuda y casi centenaria, sigue siendo el centro en torno al cual orbitan todos los hijos y nietos, desde el pequeño Wakefield, infalible a la hora de idear trucos para no estudiar y robar trozos de pastel, hasta el seductor Renny, el nuevo cabeza de familia.

Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con las extravagancias de su sobrina Cluny. La jovencita, una asombrosa mezcla de inocencia y determinación, no parece no saber cuál es su lugar. Después de frecuentar el Ritz como una gran señora y de dejarse seducir alegremente por un cliente, su tío decide mandarla como sirvienta a Friars Carmel, una encantadora mansión campestre en Devonshire.

Un hombre llega cansado a su casa luego de una extensa jornada de trabajo. Pero resulta que se encuentra con un fantasma, que paradójicamente, se asusta con la presencia del dueño. Poco tardan en establecer conversación y entre ellos pasa la noche. El fantasma revela todos los trucos para asustar bien y desnuda su alma frente al hombre. Pero, cuando la noche se escapa, se da cuenta que se equivocó de casa... tendría que haber asustado en otro lugar.