Aprender a pensar

 

El educador y profesor de filosofía José Carlos Ruiz (Córdoba 1975), desarrolla en trabajo recopilatorio de breves ensayos, un itinerario muy preciso dirigido a la maduración de las personas y de su adecuado crecimiento personal.

La idea motriz de su trabajo está tomada del ensayo sobre la ilustración del maestro Kant y, en concreto, del sapere aude! ¡sal de tu minoría de edad! Atrévete a pensar por ti mismo. Ahí es donde cree encontrar la esencia de lo que denomina pensamiento crítico (66), lo que, en positivo, podría traducirse como la formación de la personalidad.

La cuestión no es baladí, pues para nuestro autor resulta clave entender que la felicidad está en la satisfacción de haber realizado nuestros proyectos, o el pensar y el razonar adecuadamente, sabiendo criticar todo lo que pueda llegar del exterior.

Efectivamente, ante tanto pasotismo como se ve en amplios sectores de la juventud actual, de personas con una débil personalidad, quizás rebeldes para las ideas de los padres y profesores, pero sumisos para las ideas de sus compañeros con personalidad fuerte.

En realidad, lo más interesante de lo que nos expone el profesor Ruiz es lo que plasma su trato con sus jóvenes alumnos y su afán por ordenar sus vidas y darles ideas fuertes y solidas en las que fundamentar la personalidad. En este volumen recopilatorio aprendemos lo que podríamos denominar la filosofía de la calle.

Es interesante el esfuerzo del profesor Ruiz de apoyar sus razonamientos en los filósofos de la historia, de modo que, partiendo de Platón, Sócrates y Aristóteles, se van poniendo las bases del pensamiento: una cosa es razonar y otra querer llevar siempre la razón; lo que conducirá al problema de la verdad (83).

Es encomiable que nuestro autor utilice más a filósofos como Kant y a Hegel, de lo que suele ser habitual en este tipo de trabajos, aunque esto es complejo, pues requiere mucha más carga explicativa, de la que se suele utilizar y, en cualquier caso, escamotear la enfermedad mental de Nietzsche, por ejemplo, no sirve para nada (111).

La elección de los autores muestra la formación del autor y su propio sistema de valores, pues por ejemplo san Agustín no aparece en la felicidad y en el mundo de la virtud como tampoco Boecio para hablar del consuelo de la filosofía, ni santo Tomás para hablar de la causalidad.

También es verdad que, aparecen otros y otros, en una sinfonía de autores que nos hace descubrir que la historia de la filosofía será siempre una gran mina para aprender a pensar, eso sí desde un sistema filosófico completo desde el cual trazar puentes, para no perderse en el camino.

Al término del libro, es difícil evitar la comparación con el “Mundo de Sofía” un intento también encomiable de llevar la historia de la filosofía a nuestra juventud. Quizás le puede servir al autor su lectura para seguir desarrollando y perfeccionando su idea.

José Carlos Martín de la Hoz

José Carlos Ruiz, El arte de pensar. Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico, ed. Berenice, Barcelona 2018, 237pp.