Balance de la JMJ en Madrid

Continúa

la vibración de fe producida por esa Jornada Mundial de la Juventud 2011

celebrada en Madrid, y conocemos algunos datos significativos sobre su

eficacia. El 81 por ciento de los peregrinos reconoce haber reforzado su relación

con Dios y el 77 dice conocer mejor la Iglesia. El 55 por ciento manifiesta que

ahora ha clarificado su vocación y el 60 de los jóvenes extranjeros ha mejorado

su imagen de España. Califican la atención recibida por la JMJ y el conjunto de

los madrileños como muy buena, con un 8,9 sobre 10. Como es sabido, han
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participado cerca de dos millones de personas;

se inscribieron 500 mil jóvenes, trabajaron 30 mil voluntarios y más de 5 mil

sacerdotes.

 


style='font-family:"Times New Roman","serif"'>Sorprendente tormenta


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La

tormenta puso a prueba la alegría de los participantes en la Vigilia de Cuatro

Vientos. Se cumplió con naturalidad aquel dicho de "a mal tiempo buena

cara". Fue un buen rato de molestias para todos, empezando por un anciano

joven de 84 años, como para significar que hay cruces pequeñas como esa y otras

más grandes como la que ha presidido la Vigilia. Y conecta con la gallardía de

los legionarios en el paseo de Recoletos al llevar a su Cristo de la Buena

Muerte, algo que ha impresionado a los más fríos, despertando la sospecha de

que va ser verdad que Jesucristo ha muerto por nosotros, de que la fe no es un

consuelo para la tercera edad, y de que Dios nos ama.

 


style='font-family:"Times New Roman","serif"'>Experiencia de la Iglesia

universal


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Ante

la evidencia de miles de jóvenes de los cinco continentes y de todas las razas

humanas no hace falta demostrar que la Iglesia es católica o universal. Aunque

sea fuerte la presión del secularismo, resulta que se puede creer en

Jesucristo, en la Eucaristía y en Dios desde culturas tan distintas como las

que conforman el occidente del neopaganismo, el

oriente no cristiano, y el animismo africano. Estos días pasados Madrid se ha

convertido en una Babel de lenguas que se comunican con facilidad porque hay un

sustrato de participación en la misma fiesta de la fe. Los saludos, las ayudas

y el compañerismo han formado un entramado social en el que cabe todo lo noble,

y hasta es posible comprenderse y quererse. Gracias a las nuevas tecnologías seguiremos

en contacto transmitiendo vivencias y participando en los grandes proyectos

para la nueva evangelización del tercer milenio. Tiene razón el Papa cuando en

su homilía de la Misa dijo que "No se puede seguir a Jesús en

solitario".

 

Jesús

Ortiz López