Contra la juventud

En las célebres conferencias del historiador inglés Isaiah Berlin en Washington, en 1965, acerca de las raíces y características del Romanticismo del siglo XIX, se planteaba la diferencia esencial entre la Ilustración y el Romanticismo y se detenía en la afirmación de Voltaire que la virtud estaba en el conocimiento; es decir, que conocido el camino todo era seguirlo.  Mientras que Hamann decía que estaba en la voluntad, por lo que era inevitable el esfuerzo del amor constante hasta lograr la felicidad de la vida virtuosa, lograda.

 Pablo d'Ors, autor de El Olvido de sí, novela acerca de Charles de Foucauld y de Biografía del silencio, el libro sobre la meditación más vendido en los últimos años, nos ofrece ahora una novela sobre la falta de virtud, en plena inmadurez, de un joven publicista alemán de 26 años que llega a Praga en 1991.

La  ambientación de la ciudad de Praga en aquellos primeros años tras la caída del muro, refleja muy bien cómo se levantaron los muros de la burocracia, la falta de empleo, la desconfianza, contra el que lucha –aunque poco- un publicista abriendo mercado. Es interesante la descripción Incluso del grupo de católicos viejos que se reúnen para rezar, con sus intenciones, dinámicas y sistemas de protección grupal; disputas de viejos y ancianos, algún joven.

En esta novela, Pablo d'Ors aparece como un autor consumado, maduro, tanto en la ambientación de los personajes como en la prosa fluida con la que logra captar la atención del lector y entrar en las escenas en pocos trazos. Sin duda se consolida como uno de los mejores novelistas actuales españoles, por ideas, fondo del alma de los personajes y crítica del pensamiento actual. La recreación del estilo de Franz Kafka en los primeros capítulos está muy lograda; el ambiente asfixiante  típico de la La metamorfosis, la soledad, las enfermedades imaginarias.

El protagonista tiene la vida resuelta, sólo tiene que establecer contactos y, por tanto, podría desarrollar su vocación de escritor: tiene tiempo, quiere ser escritor, pero no termina de lanzarse a hacerlo.

La novela podría haberse desarrollado tal y cómo se anuncia en la contraportada del libro: como el contraste entre el erotismo y la mística, pero al final el libro sólo se detiene en el erotismo. El desarrollo de los diversos amoríos, en simultáneo, del joven protagonista refleja bien la falta de haber aprendido a amar y una personalidad inmadura y egocéntrica. Como no tiene fondo vive de la trampa y la mentira, se deja arrastrar por las pasiones, en una carrera sin fin de atropellos y autodestrucción. Hay que reconocer que esa parte de la novela no aporta más que lugares comunes.

El autor busca reírse de la juventud y de la falta de madurez. Quizás la novela está descompensada, pues sólo en la parte final y de modo muy breve se plantea tenuemente la solución al problema: el encuentro con Dios, la mejora constante de la persona y la donación para hacer feliz a los demás. El trabajo constante que hará del protagonista un buen novelista. La virtud está en la voluntad como diría Hamann.

 

José Carlos Martín de la Hoz

 

Pablo d'Ors, Contra la juventud, Galaxia Guttemberg, Barcelona 2015, 417 pp.