El término latino Conmonitorium, en castellano significa apuntes, notas, recordatorios, es decir, como un vademecum para ayudar a la memoria, o también como un recordatorio.

Es en este sentido como lo usó San Vicente de Lerins, uno de los grandes Padres de la Iglesia, para darle título a su famoso tratado, sobre cómo reconocer y amar la verdadera Fe.

Se trata, por tanto, de una obra escrita en el siglo V, que sigue asombrando a los historiadores de la teología, tanto por la claridad de la exposición, como por la seguridad en los argumentos.

Es en este trabajo, al inicio cuando este monje cristiano afirma hablando de la verdadera doctrina de Jesucristo, una afirmación que se hizo famoso y que ha llegado a nuestros días: “En la Iglesia Católica hay que poner el mayor cuidado para mantener lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos. Esto es lo verdadero y propiamente Católico” (n.2).

San Vicente redacta este trabajo en la famosa isla de Lerins, situada en frente de Cannes, en la costa azul francesa, donde desde el comienzo del cristianismo se instalaron monjes para la contemplación y el estudio de la teología y desde donde salieron tantos santos, y obispos y misioneros.

San Vicente nos explica que Dios ha permitido la herejía a lo largo de la existencia De la Iglesia, con palabras de Moisés: “porque te está probando Yavé tu Dios, para ver si amas a Yavé con todo tu corazón y con toda tu alma” (Dt 13,2) (n.10).

A la vez, nos recuerda que Dios nos ha dado luces para interpretar la Escritura, ahondar en la fe verdadera de la Iglesia para desarrollar la teología y profundizar en la fe, a la vez que defenderla (n.20). También nos explicará que el verdadero progreso de la teología está en la fidelidad a la doctrina revelada (n.23).

Precisamente en este trabajo hay muchos datos proporcionados por otros Padres de la Iglesia que nos indican, por ejemplo, la extensión de la herejía arriana como cuando afirma: “hasta el punto de que casi todos los obispos latinos cedieron ante la herejía, algunos obligados con violencia, otros sacerdotes reducidos y engañados” (n.4).

Es interesante la posición adoptada por san Vicente acerca de Orígenes a quien alaba como gran escritor eclesiástico pero también se hace eco de la polémica anti Orígenes de su tiempo, reconociendo la confusión causada por algunas obras falsamente atribuidas a él (n.17).

Concluyamos con sus palabras finales: “Es deber absoluto de todos los católicos que desean demostrar que son hijos legítimos de la Madre Iglesia, adherirse, pegarse a la fe De los Santos padres y morir por ella” (n.33).

 

José Carlos Martín de la Hoz

San Vicente de Lerins, El conmonitorio. Apuntes para conocer la fe verdadera, edición de Manuel Morera, ediciones Palabra, Madrid 1976, 150 pp.