El dogmatismo fichteano

 

En la reciente reedición del primer trabajo del filósofo español y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Eugenio Trias Sagnier (1942-2013), publicada por primera vez en 1969 y titulado “La filosofía y su sombra”, se abordan cuestiones filosóficas que, sorprendentemente, han conservado fresco todo el interés a pesar de haber sido escritas hace ya cincuenta años y, por tanto, pensadas en otro ambiente cultural y con otros parámetros.

En concreto, en el capítulo dedicado a tratar sobre “la filosofía y su sombra”, que da título general al libro que estamos comentando, el profesor Trias se centrará en la figura siempre enigmática de Johann Fichte (1762-1814), que ha pasado a la historia como un gran continuador de la filosofía crítica de Kant y eslabón tanto de Schelling como de la filosofía del espíritu de Hegel.

Eugenio Trias, nos explica pormenorizadamente, que ya el filósofo Fichte se había detenido a definir su filosofía dogmática como una contraposición, es decir, aquella que “considera que el yo humano es derivado y fundamentado por un no-yo al que llamamos cosa” (55).

Enseguida, añadía que Fichte escoge únicamente uno de los términos de cada dilema: yo humano/cosa; libertad/necesidad: fundamento/fundamentado, etc., al otro lo inhibe y lo presenta como su sombra. Finalmente señalará: “Fichte ha inventado a la vez dos filosofías: ese ‘idealismo subjetivo’ que todo el mundo reconoce como filosofía fichteana…y el ‘dogmatismo’, que es justamente la inversión misma de la estructura de aquél, es decir, la alternativa subyacente al sistema de opciones ‘binarias’ a partir del cual emerge la elección idealista” (55).

Lógicamente, señalará Eugenio Trias, que esa sombra, que denomina como dogmática, en el caso de la filosofía de Fichte, es absolutamente dependiente de la propia fundamentación pues se organiza del siguiente modo: “en el caso fichteano, vemos como la disyuntiva que desencadena la serie de opciones es la disyuntiva fundamento/fundamentado, en relación con yo/cosa” (56).

Así pues, añadirá, nuestro filósofo, ampliando el horizonte ya planteado al tratar del idealismo de Johann Fichte: “En cualquier caso, nuestro modelo inicial debería ampliarse para dar cabida a las ‘sombras’ de las distintas figuras que aparecen. Lo que importa destacar es que el orden de las ‘sombras’ compone un modelo simétricamente inverso al construido, y que ninguna de las ‘sombras’ puede encajar en el modelo primitivo” (56).

Y para terminar de comentar la cuestión, añadirá Trias, con cierta sorna reflejada en figuras matemáticas y un alarde de álgebra: “la filosofía se halla relacionada, ante y sobre todo, con el reverso mismo de lo que enuncia, y que ella misma articula sin darse cuenta; y, de este modo, inventa ese ‘otro gemelo’ que es aquello que denuncia” (57).

José Carlos Martín de la Hoz

Eugenio Trias Sagnier, La filosofía y su sombra, ediciones Galaxia Gutenberg, Barcelona 2019, 228 pp.