El fruto de la nada

 

En el interesante trabajo sobre la teología, historia y la espiritualidad entorno al misterio de la redención, que ha coordinado la profesora Nuria Martínez-Gayol y en el que han colaborado varios especialistas en la materia, no podía faltar en su desarrollo una importante carga histórica, que precisamente ha corrido a cargo de la coordinadora del trabajo.

En efecto, después del interesante estudio sobre la doctrina de los Santos Padres y de los primeros teólogos acerca del misterio de la reparación y satisfacción vicaria a lo largo de los primeros siglos, se concluye con un magnífico resumen del inolvidable tratado sobre la materia de San Anselmo de Canterbury, “Cur Deus homo?”, donde se presenta y se ordena completamente a soteriología cristiana.

Enseguida, la autora se detendrá en los grandes teólogos escolásticos y en la inolvidable mística castellana del siglo de oro donde se pueden encontrar expresiones impresionantes de la entrega amorosa de la redención.

Parece muy interesante la referencia de la autora a la escuela renano flamenca de espiritualidad, pues en materia tan importante y delicada para la fe, como es la redención de Jesucristo del género humano, hay que volver la mirada a los grandes maestros de la vida contemplativa, quienes con la oración sublime llegan más que con dialéctica y disputas de argumentos teológicos salidos de las autoridades.

En efecto el maestro Eckhart, Enrique Susón y Tauler son imprescindibles en esa cadena de avances. El fruto de la nada, la humildad completa del cristiano a la que Dios acude para darle la salvación.

Después, añadirá la autora: ““No hay que olvidar que Berulle y muchos autores de la Escuela francesa enlazan con una amplia tradición mística -en especial la Renana- cuando afirman que la criatura delante De Dios es nada. En dicha tradición mística esta expresión no significa más que el reconocimiento de que la criatura no existe por sí misma, sino solo en dependencia del Creador. Por ahora, utilizando las mismas expresiones, se tiene a un anonadamiento que puede significar en algunas ocasiones ese saberse criaturas y, en otras, una tendencia negativa que parece requerir más una autoinmolación que un vaciarse del amor propio para llenarse De Dios. Por eso se hace necesario matizar la concepción y los acentos de los diversos autores” (219)

José Carlos Martín de la Hoz

Nuria Martínez-Gayol (cood.) Retorno de amor. Teología, historia y espiritualidad de la reparación, ediciones Sígueme, Salamanca 2019, 366 pp.