El impacto de Jesús de Nazaret

 

El profesor Bernardo Estrada de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, es actualmente, uno de los exegetas más importantes y de mayor proyección internacional en el campo católico. Es bien conocido, sobre todo a través de sus muchos artículos de investigación y monografías publicadas, así como de sus innumerables intervenciones en coloquios, conferencias y congresos internacionales, así como en los medios de comunicación.

Este trabajo que ahora presentamos, tiene la intención de poner al alcance del público culto del mundo entero, una parte de los conocimientos acerca del origen, composición y estructura de los Evangelios, dentro del Nuevo Testamento.

Sus muchos conocimientos vertidos en esta obra iluminan también otras cuestiones tan importantes como el Cristo histórico y el Cristo de la fe, los evangelios apócrifos, la lengua, el estilo, el tiempo y la composición de los evangelios, etc.

Todo esto iluminará sin duda al lector acerca de los orígenes históricos del cristianismo y, sobre todo, de la centralidad de la Escritura en aquella Iglesia primitiva junto con la Tradición apostólica. Así afirma el profesor Estrada en la introducción: “Entre el evangelio anunciado por Jesús y los Evangelios escritos por sus seguidores hay un largo camino recorrido que pone de relieve la vitalidad de la comunidad cristiana primitiva”.

Enseguida, nos lleva al recuerdo de que los cristianos somos un pueblo de conversos, pues todos hemos recibido un impacto que nos cambió la vida. Es muy interesante, nos dice, que el primer evangelio comience así: “Inicio del Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios” (Mc 1,1). A partir de ahí el propio Marcos y los demás, escribirán lo que han visto y oído, movidos por el Espíritu Santo y removidos, por el recuerdo que están plasmando. No son ideas, son un impacto que les cambió la vida y les removió al seguimiento de Cristo. Un impacto que perdura y transforma la vida.

Asimismo, nos recuerda que “en los Evangelios afloran constantemente las características de la unidad y de la diversidad”. Por una parte la unidad pues todos reflejan la misma y única vida de Jesús, “sobre la base de la predicación apostólica primitiva”.

Pero, también la diversidad, pues son formas narrativas distintas, diversas, aunque todos ellos busquen “suscitar la fe de los destinatarios en Jesús de Nazaret, Hijo de Dios, e invitarlos a vivir de acuerdo con esa fe. De ahí que el Concilio Vaticano II en su constitución Dei Verbum sobre la Divina Revelación diga que los evangelios ‘conservan el carácter de proclamación’ (DV 19), es decir, anuncian la salvación por parte de Dios en la medida en que describen algunos períodos de la vida de Jesús, entrelazados con sus enseñanzas y discursos”.

Este trabajo se escribe en el marco de los 50 años de esta constitución Dei Verbum y, el profesor Estrada, muestra con esta síntesis, que ahora presentamos, los muchos frutos que esa constitución ha producido, pues en esta trabajo se recaban algunas de las grandes aportaciones que se han hecho desee la exégesis al conocimiento de los Evangelios, de modo que ahora, podemos leerlos y aprender con mayor conocimiento de causa.

Al final de la introducción, el profesor Estrada resume en un párrafo muy significativo lo que va a constituir una línea de fuerza a lo largo de todo este trabajo: “Al tratar sobre la revelación, la Dei Verbum describe el proceso de la historia de la salvación que culmina en la plenitud de los tiempos, cuando el mismo Hijo de Dios viene a comunicar los insondables misterios de Dios a los hombres. El documento se detiene en particular en la revelación de la nueva alianza contenida de modo especial en los Evangelios. Partiendo de la persona y de la predicación de Jesucristo, DV subraya los puntos de convergencia entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe, en un esfuerzo por resaltar la relación entre historia y teología”.

 Un libro, por tanto, que vale la pena leer despacio.

 

José Carlos Martín de la Hoz

Bernardo Estrada, Así nacieron los evangelios, ed. BAC, Madrid 2017,  194 pp.