El poder visigodo

 

El trabajo de conjunto del catedrático de la Complutense José Luis Villacañas Berlanga sobre la historia del poder político en España, que ahora presentamos, ha sabido conjugar dos elementos fundamentales para lograr un verdadero manual universitario. Por una parte, realizar una síntesis pedagógica y ordenada de los contenidos que se desean trasmitir, incorporando eso sí, las cuestiones sobre las que la historiografía se va asentando y aportando datos investigados y que se publican en congresos de investigación, revistas o ensayos. Por otra parte, el autor ha logrado con gran habilidad redactar este trabajo de modo culto, preciso, pero a la vez de modo accesible para el gran público, en este caso el público universitario en un sentido amplio.

Indudablemente, el historiador está sometido, aunque sea honrado y atento, a la ley de la subjetividad, por lo que este trabajo debe leerse teniendo en cuenta esto, pues Villacañas tiene una concepción de la vida política en la que la Iglesia juega un papel excesivamente político, cuestión en la que otros autores no estamos conformes.

Dicho lo cual, señalaremos que aporta una visión bastante novedosa del período visigodo en España que resulta capital para entender nuestro país como “una monarquía incompleta”, puesto que como demuestra Villacañas, los nobles godos, no tenían un sentido fuerte de la descendencia en el trono, ni de líneas familiares sucesorias.

Hace poco reseñábamos otro trabajo de Villacañas en el que se adentraba detenidamente en esos años de nuestra historia, cuando el rey Leovigildo pretendía unificar a los nobles visigodos arrianos en torno a su figura y, además, promovía entre los cristianos una campaña para lograr conversiones, tanto del clero, de los antiguos patricios romanos y del pueblo cristiano, para lo cual utilizará de todo su poder de persuasión e incluso de la violencia. Como sabemos el fracaso de esa política fue total, pues sucedió todo lo contrario: fue Recaredo en el 589 el que se bautiza en la Iglesia católica y logra una mayor unificación política bajo su mando en la Hispania de lo que había logrado su padre con la violencia. De todas formas, nos recuerda Villacañas en el trabajo que ahora presentamos, lo efímero y complejo que fue el dominio y la unidad política en Hispania, pues los nobles visigodos se resistían a la sucesión regia por la línea de la descendencia (32).

Asimismo, nos recordará Villacañas que muchas zonas de Hispania no llegaron a convertirse del arrianismo al catolicismo, sobre todo en zonas rurales, valles recónditos, o simplemente zonas de montaña alejadas del poder de las nobles. Otras, si se convirtieron, pero nunca se sometieron al poder del rey visigodo correspondiente, de ahí la enorme variedad de respuestas ante la llegada de unos musulmanes en el 711.

José Carlos Martín de la Hoz

José Luis Villacañas, Historia del poder político en España, de. RBA, Barcelona 2017, 623 pp.

Ibid., El cosmos fallido de los godos, ed., Escolar y mayo, Madrid 2017, 208 pp.