Experimentos de Teología Política

 

Con este sugerente título, comienza el profesor de filosofía Simon Critchley de la universidad de Tilburg (Países Bajos), el trabajo. Que deseamos comentar y que desarrollará según el esquema de: “La Fe de los que no tienen Fe”. Desde el comienzo late esta idea de la fe, pues comentando en la introducción de su trabajo, la obra “De profundis” redactada por el agnóstico Oscar Wilde a la salida de la cárcel, glosa la afirmación clave de Jesucristo “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Io 14,6), y señala que “lo que es verdad es, pues, una experiencia de fe, y esto es cierto tanto para los agnósticos y los ateos como para los creyentes. Los que no tienen Fe siguen necesitando una verdad religiosa y un sistema de rituales en los que poder creer” (13).

Finalmente, añadirá: “si la vida política ha de detener la huida hacia el cinismo desmotivado, entonces, puede que necesitemos una fe motivadora y autorizada que no sea reducible a un contexto concreto pero que, al mismo tiempo, sea capaz de generar solidaridad en una localidad, un área….” (13-14). Y añade que esa fe de los si fe: “no puede tener por objeto nada que sea externo al yo o al sujeto, ningún mandato exterior o divino, ninguna realidad trascendente” (14).

Es más, el propio Oscar Wilde, estudiando la figura de Jesucristo, lo señalará como un verdadero  icono y afirmará que: “cuando realmente quieras amor, lo encontrarás esperándote”. Y glosa Critchley: “La decisión de abrirse por completo al amor permite recibir la gracia, sobre la cual uno no tiene poder, ni puede decidir” (15).

A continuación recuerda glosando unas palabras de Wilde sobre el valor del arrepentimiento, que “es sagrada la transfiguración que, sucede desde la experiencia del sufrimiento y de arrepentimiento del pecado” (15). Después recordará que para Wilde el socialismo liberaría de esa “sórdida necesidad de vivir para los demás” (15), señalará la necesidad de la religión: “el regreso de la religión se ha convertido en uno de los temas recurrentes de la teoría contemporánea” (17).

Finalmente terminará el prólogo, afirmando que desea indagar en este trabajo las relaciones entre política, religión y violencia a lo largo de la historia, para poder interrogarse que ha de hacerse ante esos hechos como el del 11-S o la utilización de la religión en el terrorismo islámico. El índice de cuestiones que el autor va a desarrollar con resultado variable, resulta verdaderamente interesante, aunque luego el lector decidirá, pues las materias son muy complejas. Comenzará tratando de las relaciones entre política y religión. De hecho, Hablando de Rousseau nos dirá que: “más que entender la modernidad como un proceso de secularización, defenderé a idea de que la historia de las formas políticas puede entenderse mejor como una serie de metamorfosis de la sacralización” (19). Posteriormente, criticará el concepto de Schmitt sobre el fundamento de los regímenes autoritarios sobre la base de la debilidad que causa el pecado original así como de las utopías del “realismo”. Seguidamente estudiará el anarquismo místico tanto en el medievo cristiano como en la actualidad,  así como la influencia de San Pablo en la filosofía contemporánea de Heidegger,

Finalmente, en la segunda parte del libro, las relaciones entre violencia y hecho religioso y entre violencia y política se harán más patentes. Así estudiará la violencia en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento. Seguidamente se mostrará muy crítico con las violencias revolucionarias del siglo XX. Culminará con la teoría de Kierkegaard sobre el mandamiento de la caridad.

José Carlos Martín de la Hoz

Simon Critchley, La Fe de los que no tienen Fe. Experimentos de Teología política, ed. Trotta, Madrid 2017, 253 pp.