Filosofía de la historia

Periódicamente algunos grandes historiadores nos ofrecen, junto a sus trabajos habituales, una síntesis de las corrientes de fondo que encuentran en su tarea habitual. Lo suelen hacer en forma de ensayos, acercándose a lo que podríamos denominar filosofía de la historia. Es el caso de la reciente aportación del historiador italiano Francisco Benigno.

En la magnífica introducción al trabajo realizada por el maestro de historiadores, el profesor García Cárcel, se nos da una interesante clave para entender al Prof. Benigno: "parte de una concepción absolutamente optimista de la propia función de la historia como arma con una supuesta capacidad no ya de interpretar el pasado sino de interpretarlo" (p.16).

Efectivamente, el lector tiene la oportunidad, al leer este libro de descubrir en las ideas desarrolladas en él, como un sexto sentido del profesor Benigno para abordar los problemas de la historia reciente.

En primer lugar vale la pena destacar el espacio dedicado a la violencia tanto en el siglo XX como en el inicio del XXI. La violencia viene definida del siguiente modo: "no es una cosa, es un juicio, la estigmatización, el veredicto de condena frente a lo que consideramos injusto" (p.21).

Es interesante esta definición, pues como señala Benigno, han caído muchos viejos esquemas, y ya no funciona, por ejemplo, el de derecha e izquierda en los problemas estudiantiles o en la crisis económica del siglo XXI (p.39). A lo que añade que el derecho ya no es la ley, ni la sociedad se identifica con el estado. Así pues terminará por afirmar que "El mal se encuentra, en realidad, allí donde uno no lo espera, en el corazón de la modernidad" (p.45)

La siguiente cuestión que aborda el profesor italiano es la cuestión de la identidad. Como resalta con gran convicción, las instituciones moldean los individuos. A lo que añade que la identidad se ha vuelto compleja por la extensión de la globalización.  Así llega al concepto de la modernidad líquida. Y afirma: "La identidad no es sólo un problema, es también, parcial y contradictoriamente una solución" (p.82)

Intrínsecamente unido al problema anterior, Benigno hablará de la cultura popular. Algo que según nuestro autor, pierde su fuerza en los países protestantes y se mantiene en los católicos, pues está engarzada con el tiempo litúrgico (p.114). En ese sentido son interesantes los análisis entre cultura popular y religiosidad popular (p.122)

En ese marco se refiere a algunas reflexiones que se han hecho desde el 11. S, para descubrir la relación entre violencia y hecho religioso (p.146). Para algunos, desgraciadamente, hay una "Reutilización simbólica y místico legendaria del pasado elaborado en torno a la figura del mártir y su verdugo" (p.149).

Así Benigno establece en la violencia popular cinco fases, como en un in crescendo: cultura popular, cultura de élites, multitud en armas, rito de la violencia y nexo entre carnaval y revuelta.

Son interesantes las apreciaciones sobre la venganza del pueblo que se ensaña con un cadáver, tanto por ser considerado un hereje o por haberse enriquecido vilmente (p.160). Seguidamente estudiará los excesos de emotividad colectiva, tan graves como arrojar un Corán a las letrinas, pues es violencia desmesurada: "pues la violencia no es una cosa, es un juicio"(p. 172).

Por ultimo abordará el problema de la crítica y la crisis. Así, Benigno, comprobará cómo después de la Segunda Guerra Mundial, la opinión pública se convirtió en un tribunal popular (p.260).

 

José Carlos Martín de la Hoz

 

Francisco Benigno, Las palabras del tiempo. Un ideario para pensar históricamente, ed. Cátedra, Madrid, 2013, 300 pp. 9788437631424.