He apostado por la libertad

 

El cardenal emérito de Milán, Ángelo Scola (1941), es actualmente uno de los grandes intelectuales de la Iglesia Romana, y está dedicado, como es lógico, en los años finales de su extensa vida intelectual, a darle forma y rigor a su amplio, documentado y profundo pensamiento.

No en vano reconoce nuestro autor su tendencia a escribir y pensar las cosas de modo profundo y farragoso, con la esperanza de que el lector dedicaría tiempo a meditar y profundizar en lo escrito (121)

Son muy importantes las investigaciones que ha realizado desde el Instituto para la Familia Juan Pablo II, en el campo de la antropología teológica y filosófica, y más en concreto, los estudios dedicados a matrimonio y familia son muy importantes.

Además, ha investigado acerca de las profundas conexiones entre la comunión eucarística, la comunión eclesial y la comunión en la familia. No en vano fue uno de los impulsores de la revista Communio en Italia.

Así pues, es de agradecer el optimista trabajo realizado en forma de entrevista con Luigi Geninazzi, que tiene como objetivo fundamental poder realizar una completa autobiografía y, de ese modo, poder posteriormente situar los grandes temas de estudio de su vida y, por supuesto, dar cabida al recuerdo de los momentos de gracia, de luz y de riqueza divina, con los dones recibidos. Esperanzador, pues los problemas aparecen, pero con la gran experiencia de lo sobrenatural y la fuerza de la fe, como por ejemplo el análisis del futuro de CL.

Parte importante de este estudio biográfico es anotar las fuentes de su pensamiento, como son La amistad e intimidad con Luigi Giussani el iniciador de Comunión y Liberación, con Von Balthasar, de Lubac, Coreco, Rouco Valera, o con tantos autores relacionados con la revista Communio (100).

Asimismo, lo es la amistad y la confianza, aunque haya tenido disputas y discordancias en algún punto, con los tres grandes pontífices; Juan Pablo II, Benedicto XVI y el papa Francisco. Esas anécdotas expresivas harán muy rico el relato. Todo ello hace de este libro una pieza importante.

Entre los hechos cruciales de la vida, aparece la cruz de la enfermedad y de la incomprensión. Verdaderamente providencial y muy significativo que quien no se ordenó sacerdote y se incardinó en la diócesis de Milán haya terminado su servicio episcopal en la diócesis de Milán, pues los caminos de Dios a veces son inescrutables.

Es conmovedor la categoría, como explica nuestro autor, con la que reaccionaron el cardenal de Milán y el formador del seminario cuando Scola es ordenado obispo, así como del propio Scola para perdonar y olvidar (54).

José Carlos Martín de la Hoz

Angelo Scola, He apostado por la libertad. Autobiografía escrita con Luigi Geninazzi, ediciones Encuentro, Madrid 2019, 272 pp.