Hildegarda de Bingen

 

Desde que el papa Benedicto XVI elevara a santa Hildegarda de Bingen y a san Juan de Ávila, el 7 de octubre de 2012, a la categoría de doctores de la Iglesia universal, ha ido en aumento el número y categoría de trabajos de investigación sobre esta santa benedictina, quien desde el siglo XIII sigue iluminando la vida de la Iglesia de Dios mediante la comunicación de las revelaciones recibidas.

Es más, con este acto, el santo Padre ha colocado a la profetisa renana en medio de la Iglesia, reclamando la mirada, el interés y el estudio. Desde la vida y las revelaciones recibidas por Hildegarda, la Iglesia ha recibido líneas de conducta para todos, pues ha sido llamada a tener obispos santos, pastores entregados, etc. (6).

Precisamente este es el llamativo título del trabajo que ahora presentamos: una biografía teológica, pues biografías humanas, científicas y espirituales se han escrito y publicado muchas, pero teológicas, esta, pensamos, que puede ser la primera.

Recordemos que, por indicación divina, desde 1141, había comenzado a dictar Scivias (el camino para ir al cielo) y empezado a ser conocida, sobre todo desde que el papa Eugenio IV por recomendación de san Bernardo, lee algunos pasajes de esa magnífica obra; después de 1158 a 1163, compone el Liber vitae meritorum, sobre la moral cristiana y, finalmente, redacta  el último y definitivo trabajo: Liber divinorum operum, que culmina en 1174.

Enseguida nuestro autor se pregunta por el problema de la revelación: “hoy día la crítica no está dispuesta a admitir esta total ignorancia, en particular, en lo que se refiere a la filosofía y teología, pero admite que la santa, a pesar de no haber realizado el trívium y quadrivium, quizás pueda haber recibido de lo alto luces a pesar de tener una buena y sólida cultura, y que podrían aparecer en sus afirmaciones y sus escritos” (21).

Asimismo, nos recuerda Giordano Frosini, es importante distinguir entre el mensaje trasmitido y el modo escogido de hacerlo, lleno de imágenes poéticas y de expresiones riquísimas, por su viveza y sonoridad (82).

Colocarse en una perspectiva de sinergia divino-humana es clave para poder entender el mensaje y estar abierto para ulteriores indicaciones del Espíritu Santo que pueda darnos en nuestro entendimiento y voluntad (84).

 

José Carlos Martín de la Hoz

Giordano Frosini, Ildegarda di Bingen. Una biografía teológica, ed. Edizioni Dehoniane Bologna 2017, 265 pp.