Historia de las ideas

 

Desde el punto de vista de la historia de las ideas, es necesario sopesar bien los juicios cuando nos introducimos en las coordenadas espacio temporales del pasado, pues resulta muy fácil, demasiado fácil, caer en duros anacronismos que pervertirían nuestras conclusiones.

En efecto, los procesos históricos son muchas veces muy largos y, por tanto, desde la aparición de un concepto nuevo o la toma de una decisión radical, hasta que eso se traduce en corrientes de opinión y en cambios fácticos reflejables en actitudes, comportamiento y, finalmente, en acciones documentables pueden transcurrir a veces varios siglos.

Precisamente, la historia de las ideas se ha convertido en un buen aliado que nos ayuda a comprender los grandes balanceos en la interpretación y valoración de los hechos o en ideas acrisoladas, o, como ha sucedido en fechas más recientes, los resultados finales de las ideologías en ocaso. Cuando las ideas son religiosas y, por tanto, atañen a un corpus doctrinal revelado, las cuestiones se hacen todavía son más complejas. Por ejemplo, en el catolicismo se trata además de la fidelidad al mensaje revelado por Dios a los hombres a través de su hijo Jesucristo, que ha quedado recogido en el tesoro de la sagrada Escritura, la Tradición apostólica e interpretado por el magisterio hasta nuestros días.

Estas ideas son verdaderamente importantes cuando releemos las obras de Lutero, el predicador que comenzó por intentar reformar la Iglesia de su tiempo y terminó por reformar la fe de siempre. De hecho y sólo en nuestros días, cuando se han calmado los ánimos, y la secularización se ha extendido, se han podido realizar acuerdos puntuales sobre la justificación con los seguidores de Lutero, mientras todavía nos quedan cuestiones capitales por converger como son los sacramentos, la autoridad del Papa o el concepto de la Tradición.

En ese marco apasionante de la verdad histórica y teológica, se mueve el magnífico trabajo del profesor Santiago Madrigal Terrazas, miembro de la Comisión de Relaciones interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española y profesor de teología ecuménica, que ha publicado un trabajo de síntesis de las conclusiones aportadas en este año de Lutero que acabamos de conmemorar.

Madrigal aporta las palabras del salmo 130: “Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón”, que van a resonar a lo largo de este trabajo en el ánimo del reformador, moviendo al amor del Redentor, en la petición humilde y confiada de su misericordia y en el sincero arrepentimiento de nuestra miseria. Esta es la base del ecumenismo que terminará por converger de nuevo en la búsqueda de la confesión de los pecados en el sacramento de la penitencia, en la satisfacción y en la humilde petición de ayuda para el propósito de la enmienda y, sobre, todo en la experiencia del hijo pródigo que pala el amor infinito de Dios (333).

José Carlos Martín de la Hoz

Santiago Madrigal Terrazas, Lutero y la Reforma. Evangelio, justificación e Iglesia, ediciones BAC, Madrid 2019, 354 pp.